El modelo pedagógico hostosiano es de carácter humanista, una visión integral del individuo y reconoce valores inherentes a la persona. En el plano epistemológico procura habilidades para interpretar y conocer la sociedad y el fenómeno educativo en sí mismo. El método experimental da sentido a la interpretación educativa de Hostos: observación, formulación de hipótesis, comprobación y experimentación, así como elaborar conclusiones y articular una tesis. La educación dominicana se ha desplazado entre el pensamiento de Hostos y otros inventos por descalificar ese enfoque cientificista del acto educativo. La Escuela Dominicana sigue atada al memorismo, conductismo, el enfoque vertical y bancario, donde el profesor es la fuente primaria del conocimiento. El alumno tiene un rol pasivo y de recepción de informaciones. El modelo hostosiano critica de forma racional la sociedad y la naturaleza. Su visión laica procura la formación de un ser humano capaz de interpretar la naturaleza y transformarla al margen de las creencias en determinadas religiones o sectas.
Su visión política se cimenta en el Antillanismo, filosofía política que buscó la independencia de la Región del Caribe y la creación de una confederación de estados antillanos. Su lucha por la independencia, la educación cívica y su peregrinaje por varios países de la región en fecunda labor le valió el título de “Ciudadano de América”. Su propuesta socioeducativa procura la transformación social de República Dominicana, concepción por la que Juan Bosch denominó a Hostos como El Sembrador, en honor a su labor filantrópica a favor de los más carenciados. El entorno social que el pedagogo boricua encuentra en República Dominicana lo lleva a compararlo con la barbarie. Ante esta realidad recurre a la Educación como única alternativa para superar el caudillismo, guerras internas y el complejo heroico del hombre dominicano.
La ideología del progreso se alimenta y propaga con la propuesta hostosiana de la educación laica y racional. Después de 140 años de reforma hostosiana la educación dominicana sigue estancada, sin una propuesta que se articule a la realidad cambiante. Hoy tenemos un modelo híbrido inspirado en el enfoque por competencias que responde a los requerimientos del mercado neoliberal y que abandona la concepción humanista de la educación.