Experimentado de modo disfuncional, por creencias e interpretaciones, el miedo es una emoción negativa y debe evitarse. Figura, de hecho, en todas las emociones negativas, nos hace sentir mal e indefensos, sin razón objetiva en esos casos, a diferencia del miedo útil o positivo. Ese cumple la función de servir para nuestra supervivencia. Es un mecanismo adaptativo a un ambiente que da ocasionalmente razones para que se le tema. Gracias a él nos retiramos cuando hay una amenaza a nuestra vida, integridad o seguridad; físicamente activamos los productos corporales para huir y salvarnos. Miedo al Covid-19 es pertinente, pero buena parte de la población por lo visto no le teme ya, para dolor de cabeza de las autoridades.