La reacción inmediata de un adulto que de repente observa a un niño destruyendo un juguete, es detenerlo y recriminarlo. El niño reacciona un poco asustado y lloroso o molesto; él no entendió por qué el adulto no le permitió saber cómo funciona aquel maravilloso juguete que le había regalado.

El adulto, sin detenerse, toma la reacción del niño como una malacrianza y mantiene su firme decisión de retirarle el juguete o, tratando de persuadirlo, le dice que eso no se hace. El niño no entenderá qué es lo que no se hace (¿aprender cómo funciona?); el adulto creerá que le dio una lección al niño.

Resulta que el niño tomó la iniciativa de “Aprender Haciendo”, pero el adulto creyó que le daba una lección de conservar y cuidar juguetes y objetos.

“Aprender Haciendo” es lo que recomienda la Neuroeducación, cuando destaca que las conexiones entre las neuronas (sinapsis) para el aprendizaje se estimulan con la experiencia.

Mi abuelo materno, Vitelio Rancier, fue maestro en Altamira, Puerto Plata, lugar donde nací. De él recibí muchas lecciones de aprendizaje. Él no desaprovechaba ningún momento, si la educación es para la vida, la vida educa.

En los patios de los hogares no faltaban gallinas y animales; los huevos de los desayunos o cenas eran de esas gallinas; también para su reproducción. En una ocasión al ver nacer pollitos rompiendo ellos el cascarón, corrí donde el abuelo a pedirle que ayudara a nacer a los pollitos, eran cinco huevos y uno había nacido; los otros iban rompiendo.

Él me toma de la mano y afectuosamente dice, “en el momento en que ellos están rompiendo el cascarón, debemos dejarlos nacer solos”.

Le reclamé que me apenaba y él, maestro al fin, dice: “vamos a ayudar solo a uno, los demás dejémoslo nacer”; me mira tierna y fijamente y agrega: “al que ayudemos, vamos a marcarlo debajo del ala con azul de metileno (sustancia frecuente entonces en los hogares para infecciones bucales).

Al pasar una semana el pollito marcado se quedó raquítico, diferente a los demás fuertes y animados. Pregunté ¿por qué sucedió así? El abuelo lo tomó en la palma de su mano izquierda (era zurdo) y con mucho cuidado me dijo: “le hicimos daño al no dejarlo nacer solo, contrariar su naturaleza. Tu aprendiste la lección, cuando tú enseñes no sustituya al que debe aprender”.

Recordar la Neuroeducación

La Neuroeducación expone sus hallazgos para decirle a los educadores que las neuronas se forman en la etapa prenatal de 50 mil a 100 mil por segundo desde las 15 a 20 semanas del embarazo; a los tres años el niño adquiere el 90% de sus 100 mil millones que alcanza de adulto. Entre ellas hacen conexiones (sinapsis) con las experiencias tempranas del niño, no más tarde como se creía, para el desarrollo de la arquitectura cerebral; es decir, se “Aprende Haciendo”.

“Aprender haciendo”

John Dewey (1859-1952), educador en una escuela en Boston que fundó William Kilpatrick, desarrolló las bases de “Aprender Haciendo”, con el “Método de Proyectos”, consistente en elegir un proyecto para un plan, con el objetivo de realizar un trabajo.

“La metodología del ‘Aprender Haciendo’ según Dewey, debía ser un programa de enseñanza práctico, centrado en la experiencia de los estudiantes y que implicara a la vez un hacer y una prueba. El primer indicador de un buen método de enseñanza y la primera muestra de su validez, consiste en que esté en relación con las preocupaciones de la experiencia personal del estudiante. El segundo indicador es que al actuar, el estudiante logre una visión clara de su experiencia, a la vez que un aumento de eficacia en el desempeño. El trabajo práctico, decía Dewey, “suministra magníficas oportunidades para aprender las materias de los programas de estudio, no solo como información, sino como un conocimiento adquirido a través de las situaciones de la vida”. (Sandra. Schmidt M. 2006).

Los principios expuestos por Dewey conducen, sin él saberlo, al desarrollo de las conexiones sinápticas del aprendizaje al establecerse una relación de éstas con la experiencia. Es el estímulo del aprendizaje inteligente, no el de la memorización del texto o la del borrador y tiza.

Parece hablar para este momento: “Al estudiante debe dársele la oportunidad de realizar observaciones e investigaciones directas y debe tener a su disposición materiales de consulta. Se le debe estimular a aprender actuando”.

Educación digital vs. aula y pupitre

Los dispositivos electrónicos constituyen el cerebro artificial mediante el cual se ingresa al mundo, al travez de los software, programas, aplicaciones y sistemas operativos. Tiene circuitos y ramificaciones para sus conexiones, canalizadas con efectos eléctricos; sus características se asemejan a las conexiones entre neuronas cerebrales (sinapsis).

La revolución electrónica digital irrumpe en el proceso enseñanza aprendizaje para colocar al educando, sin importar la edad, con acceso universal a toda la información científica sobre la creación y descubrimientos, así como a cualquier área inimaginable.

La educación no escapa a sustentarse en los medios digitales, incluyendo el acceso temprano de los niños a los dispositivos digitales, los cuales muestran interés y destreza en su uso y estimulan su aprendizaje, especialmente si las aplicaciones tienen esas características y finalidad.

Vale recordar que iniciándose la conectividad en internet, surgió la generación “Millenials” (1985); posteriormente, la generación “Centennials” (1998) nacidos en plena redes digitales. Pero, con la expansión de la tecnología totalmente digital “touch” o “tacto”, esa generación “Centennials” se divide en “Z” (del 1998 a 2007) y “T” (de 2010 en adelante).

En nuestro país la población predominante en el más alto porcentaje, es “Millenials” y “Centennials“, lo que significa que son generaciones susceptibles al manejo digital diestro. Eso facilita que la educación pase a ser virtual.

Se tiene la oportunidad para transformar el proceso enseñanza aprendizaje, en una educación de actualizada y de calidad. Para ello, debe atenderse a los hallazgos de la Neuroeducación e incorporar la tecnología digital en los medios didácticos y neuropedagógicos. Sería “Aprender Haciendo”, con una educación para la vida.

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