En abril del presente año 2020, justo al cumplirse 100 años del final de la pandemia de la Gripe Española, la cual se estima que pudo matar 50 millones de ciudadanos, la sociedad global se encontró en medio de un nuevo ataque viral con gran capacidad mortal, aunque en abril nadie pensó que en pleno siglo 21, con grandes avances científicos para control viral, la nueva pandemia se podría prolongar sin importar el calendario solar, pues al principio los especialistas estimaron que la curva de contagios comenzaría a subir hasta alcanzar su pico 21 días después, y que una vez alcanzado ese pico podría durar varios días en meseta plana, pero que a partir de ahí iniciaría el proceso de descenso, hasta desaparecer dos o tres meses después de iniciado el ascenso.
Sin embargo, el tiempo pasó y en todas partes del mundo la gente se desesperó al ver que la curva ni se aplanaba, como se pensaba, ni descendía como se esperaba, y que cada día la cantidad de contagios subía porque el virus no respondía a los criterios estadísticos idealmente asumidos, sino que respondía al comportamiento de la gente, y que si la gente no colaboraba con aislamiento, con uso de mascarilla facial, con 2 metros de distanciamiento personal, y con frecuente esterilización manual, el virus seguiría multiplicándose en curva exponencial, mucho más allá de lo que se podría esperar de una proyección estadística basada en una ecuación de regresión lineal, porque un virus no sabe de estadísticas, ni sabe de matemáticas, y no responde fielmente a lo que digan las estadísticas y las matemáticas.
Para el 15 de marzo el mundo reportaba diariamente apenas 15 mil contagios diarios, pero, un mes después, para el 15 de abril, se reportaban 75 mil contagios diarios, para el 15 de mayo subimos a 100 mil contagios diarios, para el 15 de junio alcanzamos 125 mil contagios diarios, para el 15 de julio estábamos en 250 mil contagios diarios, para el 15 de agosto teníamos 275 mil contagios diarios, para el 15 de septiembre alcanzamos 300 mil contagios diarios, para el 15 de octubre teníamos 400 mil contagios diarios, para el 31 de octubre llegamos a 500 mil contagios diarios, para el 5 de noviembre subimos a 600 mil contagios diarios, y al día de hoy estamos en casi 700 mil contagios diarios, donde sólo Estados Unidos ha estado reportando en esta última semana más de 200 mil nuevos contagios diarios, lo que le ha sumado 1.4 millones de nuevos casos que hicieron colapsar los servicios hospitalarios, con un acumulado superior a 15 millones de contagios, de los 68 millones de contagios mundiales acumulados desde el inicio de la pandemia.
Este indetenible crecimiento exponencial de los contagios diarios a nivel mundial, obligó a diferentes laboratorios a trabajar arduamente, durante 24 horas diarias, buscando una vacuna de respuesta para una sociedad que cada día sentía estar atribulada y aterrorizada por el avance de un virus que una vez dentro del cuerpo humano es capaz de hacer hasta 100 mil copias de sí mismo en 24 horas, y que en muchos casos tiene habilidad y capacidad para destruir las defensas de los contagiados, por lo que en la medida en que los contagios mundiales avanzaban, también avanzaban las pruebas de las nuevas vacunas desarrolladas por la universidad de Oxford y AstraZeneca (Reino Unido y Suecia), por Pfizer y BioNTech (EUA y Alemania), por Moderna (EUA), por Sinovac (China), por Gamaleya (Rusia) y por Johnson y Johnson (EUA), entre muchos otros laboratorios, siendo estos laboratorios los que ya tienen vacunas listas para su administración inmediata, garantizando en algunos casos un 95% de efectividad contra este coronavirus.
De ahí que el Reino Unido ha sido el primer país en anunciar que hoy lunes comenzará la aplicación de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, decisión que de inmediato fue seguida por Rusia que también comunicó que a partir de hoy estará aplicando su vacuna Sputnik V; mientras que en los Estados Unidos el comité de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) está convocado para este jueves 10 de diciembre para conocer la solicitud de emergencia para autorización de aplicación de la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, mientras que el próximo 17 de diciembre el mismo comité se reunirá para conocer la solicitud de emergencia para autorización de aplicación de la vacuna desarrollada por Moderna, por lo que en los Estados Unidos están listos para empezar a vacunar masivamente este 15 de diciembre, si la FDA lo autoriza, esperando alcanzar 20 millones de vacunados antes del próximo 31 de diciembre, priorizando a la población de mayor edad.
Y aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo en septiembre pasado que no habría vacunación masiva hasta mediados de 2021, los laboratorios le han ganado la competencia a la OMS, y nos han ahorrado 7 meses más de tribulaciones y quizás millones de muertes, pues desde hoy tendremos vacunación masiva gratuita en diferentes partes del mundo desarrollado, constituyendo un récord científico que todos debemos aplaudir y apoyar, al tiempo de esperar que para enero próximo los dominicanos estemos recibiendo vacunas de prioridad regional, indistintamente de teorías antivacunas de los escépticos de siempre.