República Dominicana aumenta cada vez más el número de visitantes y necesita de excelentes terminales para recibirlos y despedirlos. Este país camina este año hacia la llegada de más de 10 millones de turistas.
Uno de los aeropuertos que requieren una modernización, ampliación o construcción de uno nuevo, es el Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez, segundo en el recibimiento de personas, luego del de Punta Cana.
Para mí, que suelo utilizar el Aeropuerto de Las Américas cuando salgo y entro a República Dominicana, resulta una mala imagen observar los sinnúmeros parchos que son colocados en esa terminal. Casi siempre tiene un pedazo de pared a medio pintar o están arreglando algún rincón.
Aplaudimos el anuncio realizado por el presidente Luis Abinader de que, en el nuevo acuerdo con la operadora del Aeropuerto Internacional de Las Américas, como lo es Aeropuertos Dominicanos Siglo XXI (Aerodom), se contempla la ejecución de mejoras a esa terminal y a las demás concesionadas a ese grupo empresarial, con una inversión de US$830 millones.
Luego de que este acuerdo sea conocido, revisado y aprobado por el Congreso Nacional, el Estado dominicano debe mantenerse atento para que ese consorcio cumpla con la realización de las mejoras a los aeropuertos, como finalmente quede establecido en el convenio y no se peguen más “parchos”.
Una parte positiva, a realizarse con recursos obtenidos por ese acuerdo, para los habitantes de Boca Chica y la mejoría de la primera vista de visitantes, es el asfaltado de las calles de esa localidad y los alrededores del Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez, con una inversión de US$350 millones.
También debería incluirse el arreglo de viviendas y de calles del sector Valiente, de Boca Chica, para el bien de sus habitantes y para la mejoría de la imagen cuando los aviones vuelan bajito por esa zona vecina del Aeropuerto de Las Américas.
El turismo representa alrededor del 15% del Producto Interno Bruto, por lo que debemos hacer todo lo necesario, incluyendo contar con modernas y decentes terminales, para recibir como se merecen a los millones de visitantes que vienen a aportar recursos a nuestra economía.