Las mujeres son ahora mismo las mayores enemigas de sí mismas. Lo que se suponía sería una revolución de la mujer contra el machismo, se ha convertido en la cosificación más burda de la mujer, tanto desde la música urbana, como de las redes sociales.

Only Fans es la granja más deleznable de mujeres-títeres del machismo. El himno vencedor del onanismo. Por tanto del mercantilismo de las féminas. Only Fans es más prostíbulo que el de Herminia.
La decadencia de nuestra civilización actual es facilmente medible a través de la exposición de los ‘féferes’ y cuanta ropa vieja hay en las redes sociales.

Hace poco le pregunté a una artista cómo le iba en su Only fans y con la mayor desfachatez del mundo me respondió que la había dejado un poco… aunque no del todo.

¿Los bebés de hoy verán como bueno y válido que sus madres y abuelas hayan estado en Only fans enseñando las gandingas?

¿Cómo será esa sociedad del futuro en que no estemos los que todavía pensamos de una manera distinta, sencillamente porque en nuestra sociedad existían reglas éticas que hoy a muchos les parecen viejas?

“Ud. es un viejo, usted está quedao”, me dijo una vez un exponente urbano de los más nombrados cuando le dije que en medio de la pandemia se dedicaba a promover -pago de por medio- que adolescentes bailaran de forma lasciva en sus redes. Me pregunto si sería capaz de poner a su hija o nieta a bailar como él lo hacía con las hijas y nietas de otros… que aplaudían que sus hijas o nietas ganaran esos dinerazos que el exponente pagaba.

Mario Vargas Llosa en su espléndido ensayo sobre “La Civilización del Espectáculo“ advirtió que la creciente banalización del arte y la literatura, el triunfo del amarillismo en la prensa y la frivolidad de la política son síntomas de un mal mayor que aqueja a la sociedad contemporánea: la suicida idea de que el único fin de la vida es pasársela bien.

En realidad creo que ya estamos más allá de eso. Cada señal que se recibe es peor que la anterior. Ya ni siquiera somos la civilización del espectáculo. Ahora somos la incivilización de la ignorancia. Con el perdón de Madonna.

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