Ayer los dominicanos dieron muestras de una cultura democrática, como si siempre hubiera sido así, al propiciar, en forma civilizada y en paz, la selección de presidente y vice presidente, 32 senadores,190 diputados , divididos en 178 elegidos proporcionalmente a la población de 32 distritos electorales; “siete miembros elegidos por representación proporcional de expatriados dominicanos en 3 distritos electorales en el extranjero, y cinco escaños se asignan a nivel nacional a los partidos que recibieron al menos el 1% de los votos a nivel nacional, dando preferencia a aquellos que no ganaron ninguno de los 178 escaños electorales”. Los 20 miembros del poco trascendente Parlamento Centroamericano, se escogen de forma proporcional de manera “ciega” porque el electorado apenas conoce y no le importa, esa representación.
Mantengo mis deseos de que el próximo presidente sea uno que potencie la creación de empleos, apropiadamente remunerados y que dignifique el salario nominal a la vez que se empeña en hacer que “lo chelito rindan má”. Que logre que el desarrollo y el progreso se derramen sobre una mayor proporción de la población dominicana. Que de esperanza a los jóvenes de un presente y futuros promisorios y que no los obligue a emigrar para poder realizar planes y que acerque sus sueños como realidades tangibles.
Un gobierno que resuelva las dificultades mayores del tránsito vehicular y acabe con los privilegios que favorecen a un grupo de empresarios con disfraz de sindicalistas. Que haga que la “justicia” sea justicia verdadera y no una caricatura de si misma, llenando cárceles de inocentes, estimulando la negación de justicia o la justicia tardía. Aspiro a un gobierno que reconozca la agricultura y a los hombres que la trabajan y que favorezca al agro criollo sobre el importado. Que dé valor sincero a la persecución de la corrupción, pero sin motivación política.
Que haga realidad la seguridad ciudadana liberando a la Policía Nacional de delincuentes uniformados y con rangos, y reconozca a los policías de valía. Que la seguridad ciudadana sea su norte permanente. Que haga de la frontera un límite inviolable y sepa castigar a los que trafican con extranjeros. Gobierno adonde las parturientas dominicanas sean privilegiadas en la demanda de servicio en los hospitales criollos. Un país sin huérfanos por femenicidios y sin violencia machista contra la mujer.
Un gobierno que auspicie la producción local de la industria y que potencie las Zonas Francas para que los beneficios no provengan del pago de bajos salarios; Que consiga acercar a estos dos sectores para potenciar sus sinérgias. Un administrador del Estado que sepa sacar ventajas a la posición geográfica y geopolítica del país, potenciando la dominicanidad. Que privilegie el turismo sin que sea en desmedro de los derechos del criollo a la vez que Dominicana sea un país: por y para los dominicanos. Y aspiro a más, muchisimo más!!!