Una señora se refugia en la religión para insultar y amenazar al presidente de la República. Un hombre con aspecto de profesional dice defender y reclamar su derecho, y lo hace ofendiendo. Un joven, que después dice ser músico, desafía y luego intenta justificarlo diciendo “yo vivo de la controversia”, “con eso le compro la leche a mi niño”.
¿Qué nos está pasando? ¿Por qué ocurre eso? ¿Será suficiente con despacharlo y tipificarlo como simple “descomposición social”? ¿Deberemos hurgar hasta llegar a las raíces del asunto?
La gente se ha tomado muy “a pecho” eso de que “todos comunicamos para todos”. Sin importar si se sabe o no se sabe lo que se tiene entre manos, la gente siente que la vida se resume en “click”, “view” y “like”. La gente se ha olvidado del talento, del estudio, de la formación, preparación y paciencia hasta lograr alguna oportunidad. La gente ahora lo toma “a lo- chilin”.