La noche del 27 de febrero, con la luna en cuatro creciente y bajo el signo zodiacal de piscis, había sido escogida por los complotados para llevar a cabo el golpe contra la dominación haitiana. Las informaciones que tenían los conspiradores, era de que los afrancesados en contubernio con el cónsul de Francia, Juchereau Saint Denysse, se aprestaban a separar el territorio para una aventura anexionista con aquel país europeo y decidieron adelantarse. Contaban los conjurados con los batallones 31 y 32 del Ejército de Haití, conformado por soldados dominicanos, trasladados a la plaza de Santo Domingo. También se contaba con los Santana, con gran prestigio en el este, asegurando el apoyo de la región oriental. Los planes eran tomar los fuertes de la muralla de la ciudad, el puerto y la barca en el rio Ozama, que comunicaba con Pajarito, hoy Villa Duarte. Entre los conjurados había oficiales y clases de la guarnición de la capital, comprometidos en la conspiración. Acordaron reunirse a las 11 de la noche, a las 10 según otros, en la plazoleta contigua a la Puerta de la Misericordia, en la confluencia de las actuales calles Palo Hincado y Arzobispo Portes. José Ma. Serra relata: “Creíamos que el número de los concurrentes sería mayor pero desgraciadamente éramos muy pocos. Comprometida es la situación, dijo Mella, juguémonos el todo por el todo y disparó al aire su trabuco” definiendo el inicio de la abierta acción separatista. Se desplazaron a la Puerta de El Conde donde el comandante de la guarnición, Tte. Martín Girón, también complotado, la entregó a los febreristas. Allí se estableció el cuartel General y centro principal de la Revolución. En ausencia de Duarte, fue proclamada la Republica el martes 27 de febrero del 1844, año bisiesto y se abría la lucha a muerte entre colonialistas e independentistas. Pedro Santana ya se había adelantado, proclamando en el Seibo, el mismo día, la Separación de Haití, siendo aclamado como General del Ejército. Al amanecer del 28 habían rodeado La Fuerza, hoy Fortaleza Ozama, y la residencia de las principales personalidades haitianas. Henri Desgrotte, comandante de las Fuerzas de Haití, apeló al Cónsul francés, quien negoció la capitulación de los haitianos y la entrega pacífica del poder a cambio de la salida de esos funcionarios y sus familiares en un plazo razonable y en condiciones honorables. El mismo 28 se confeccionó la primera bandera dominicana a partir de la haitiana, con una cruz blanca dividiendo en 4 cuarteles las franjas azul y roja. Posteriormente se alternaron esos cuadros tal y como la conocemos hoy. El primer himno fue escrito por Félix María del Monte, escritor quien lo improvisó el 1ero de marzo haciendo guardia como teniente en la Fortaleza Ozama. Al recibir el arsenal y las oficinas de Hacienda, la Revolución se adueñó totalmente del poder, el 29 en la mañana. Nacía así la gloriosa y eterna Republica Dominicana.