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En la que llamo la maravillosa historia del periodismo que se ejerce en República Dominicana, también encontramos a mediocres, pusilánimes y flagrantes violadores de la normativa más elemental que marca al noble oficio. Esa es, lamentablemente, una vieja y negativa práctica.
No obstante, y en contraposición al incorrecto proceder de ese tipo de periodistas, o redactores al servicio de lo peor en esta sociedad (de bondades y maldades), siempre hemos contado con la eficiencia, pulcritud, talento, sagacidad, audacia y respeto de periodistas que abrazan, sin temor ni pavor, los postulados del mejor periodismo.
No hay que abundar sobre su largo y positivo trajinar caracterizado por una decente labor acorde con un desempeño profesional y noble.
Los resultados de su profesional labor están asentados en el gran legado que le dejaron a la sociedad dominicana y su democracia.
Como lo expuse en otros artículos, sin el ejercicio de un periodismo pulcro y de principios, no puede funcionar un efectivo sistema democrático y plural como el que vive ahora República Dominicana.
En periodismo que se trabaja en la nación dominicana, siempre en función de los principios y la ética, hay que seguirlo hasta que nuestros dedos -en deslizamiento por el teclado del computador- tengan vida física.
Es nuestro deber continuar denunciando y quitándoles los disfraces puestos en sus rostros a quienes, con su mala praxis, constituyen una verdadera vergüenza nacional periodística.
Son los mismos que, aunque quieren aparentarlo, en realidad no ejercen su trabajo fundamento en un periodismo responsable, de respeto y principios, como siempre lo proclamó el laureado e inolvidable periodista y escritor colombiano Gabriel García Márquez.
Formulo esta pregunta, que nos permite solidificar nuestro firme pensamiento sobre un ejercicio más profesional de la prensa: ¿Debemos sindicar como paradigmas del periodismo a quienes lo ejercieron -y también a estelares colegas que siguen activos- con responsabilidad y credibilidad su trabajo en los medios noticiosos del país?
En las siguientes líneas se puede encontrar la respuesta: Por fortuna en estos tiempos de la modernidad comunicacional, República Dominicana cuenta con decenas de periodistas a quienes podemos endilgarles el calificativo de paradigmas del periodismo local. Y hasta, aunque sea un atrevimiento mío, catapultarlos como inmortales de la comunicación.
En la tercera -y última- entrega, seguiré con el tema y, obviamente, plasmaré mi Top-30. Un Top/30 que espero no ocasione “ronchas” en nuestros lares.
Advertencia sana: La opinión que aquí emito no busca zaherir a ningún colega de ahora ni de antes. Continuará.