Hay derrotas que sirven para mucho más que lamentarse por lo sucedido. Todo depende de la reacción que se elija tras el sorbo amargo de caer en un partido.
República Dominicana debe quitarse el sombrero ante Puerto Rico y enfilar sus cañones para el encuentro de esta noche ante Venezuela, que es todo lo que importa por el momento.
Crédito a los boricuas, que tienen un buen equipo y ejecutaron en todo el sentido de la palabra. Si no se aceptan las fallas, es poco probable que se pueda mejorar.
No soy fanático de las rachas largas. Ganar 11 en línea es mucho. En la primera ronda, en Miami, el equipo local se vio en situaciones difíciles en dos de los tres choques. Esta fase de la competencia es mucho más complicada.
Entiendo que la escuadra de Tony Peña debe aprender de la lección recibida por los muchachos de la llamada Isla del Encanto.
Lejos de rumiar las decisiones del árbitro, quien estuvo errado en muchas, más no fue la razón de la derrota, es mejor tomar el resultado adverso del martes como una llamada despertadora y aumentar los niveles de pasión y entrega.
Salir con hambre de retador y no con aura de campeón, porque, damas y caballeros, el 2013 se pagó hace rato.
Particularmente, me gustó un detalle de ayer: a pesar de que el dirigente Peña dijo que no entrenarían, los criollos tomaron prácticas de bateo, salieron a trabajar. Esa es una gran señal y mientras más molestos estén, mucho mejor.
No se trata de refunfuñar por bolas y strikes. Es salir a acabar con todo desde el primer episodio.
A veces hay que caerse para que el monstruo salga del letargo.
Apunte esto.
El Petco Park no es un estadio para jonrones…Hay que buscar la manera de embasarse por imparables o transferencias…Cualquiera comete un error…No debemos satanizar…Algo que sí entiendo es que hombres como José Reyes y Jonathan Villar deben ver acción por la chispa que poseen… Yadier Molina es un caballo…Edinson Vólquez abre esta noche por los dominicanos…Tiene el equipo sobre sus hombros…La defensa debe mejorar…Tolerancia cero en ese aspecto.