Santiago – La aclamada cantante mexicana Yuri llegó con su gira “Euforia” al Gran Teatro del Cibao, un espectáculo donde además de hacer gala de su inigualable voz, derrochó sensualidad, histrionismo y energía sobre el escenario.
Ocho bailarines con caretas que simulaban llamas en medio de la oscuridad sirvieron de preámbulo para la artista que salió vestida de azul, y se unió a la coreografía interpretando su conocido tema “Qué Te Pasa” , e inmediatamente conectó con el auditorio que aguardaba ávido de escuchar sus canciones.
Tras saludar a su público, Yuridia Valenzuela dijo que tenía mucha ilusión de estar de nuevo en Santiago, ciudad a la que vino por primera vez cuando tenía como 17 años, con Los Chamos y Los Chicos.
“Qué rico volvernos a encontrar, qué bueno que fue ahorita que todavía aguanto el close up”, expresó la artista a modo de broma sobre su edad, para de inmediato lanzar un mensaje de amor propio, exhortando a las mujeres a cuidarse y no avergonzarse de sus años, presumiendo sus 59 años, 46 de ellos sobre el escenario.
“Usted tiene que cuidarse todos los días, sentirse linda, -bromeó- eso que se le está cayendo levanteselo con bisturí o con ejercicio pero levantatelo. Cuando tú te amas, cuando te aceptas como eres,vas a ser muy feliz”.
La artista conocida por su estilo pop y baladas románticas continuó su entrega musical con temas como “Todo mi corazón”, “Amor mío, déjala”, aprovechando aquí para enviar un mensaje a las mujeres de no ser segunda de nadie.
Luego interpretó canciones como “Que te pasa”, “Amiga Mía”, “Ya no vives en mí”, “Mueve tu cuerpo”, “Es ella más que yo”, “Lástima”, “Detrás de Mi Ventana”
Tras mencionar que la siguiente canción en cantar fue la que le dió el paso a nivel internacional, cuando apenas tenía los 16 años y todavía se la aclaman, cantó “La maldita primavera”, provocando que el público eufórico aclamara “llegó mamá” al concluirla.
Sabio consejo
Recordó consejos de Celia Cruz y José José cuando era niña, los que le han servido a lo largo de su carrera. “Me dijeron que algún día, llegues donde llegues, nunca pierdas tu sencillez, la sencillez te hace más grande y es lo que he hecho al pie de la letra, yo creo que mientras más grande eres, tienes que ser más humilde y más sencillo y eso te abre más puertas y te quedas siempre en el corazón de los otros”.
Tras interpretar “Yo te pido amor”, rememoró canciones de la década de los 80, como “Dame un beso”, dejando caer aquí su crítica a muchos artistas de ahora que no se le entiende lo que canta.
Luego cantó una canción que hizo tras la pandemia, la que definió como hermosa, que no es famosa, no ha ganado premios, pero refleja lo que muchos han sentido en la vida y al terminar de cantarla se emocionó hasta las lágrimas al recordar lo que Dios ha hecho en su vida, pregonando que no se avergüenza de hablar de Él.
“Yo sé lo que se siente estar en esta cúspide teniéndolo todo, pero sintiéndose sola. Así es que yo no me avergüenzo de creer en Dios y decir que ha cambiado mi vida, a mi familia y gracias a Él se restauró mi familia. Lo más importante no está en la televisión, no está en una cuenta bancaria, no está en las redes sociales, lo más importante duerme en la misma cama, en el cuarto de al lado, la familia, eso es un gran tesoro”, expresó.
Honor a sus raíces
Yuri mostró una faceta de ella no conocida en este país, al rendir tributo a su país natal al cantar un bolero y mariachi mexicanos, tales como “Costumbre”, “Volver, volver”, “Quien iba pensar”, este último a dúo con Lucero a través de la magia de la pantalla, para recordar el que calificó su mejor disco a dúo con 14 artistas.
Al pedir un aplauso para sus músicos, bailarines y para el productor César Suárez, invitó al público a despojarse de lo que le molestara y se pusieran a bailar, para cantar a modo de despedida “Hombres al borde de un ataque de celos”, “El apagón” y “Conga”.