WINDSOR, Inglaterra — Un heredero al trono británico llevará a Meghan Markle al altar mientras que la madre y amigos de la novia estarán presentes cuando se case con el príncipe Enrique en el castillo de Windsor.
Miles de entusiastas llegaron el viernes a Windsor en medio de los preparativos finales para la boda, que ha atraído a simpatizantes de la realeza y medios internacionales a este pueblo con castillo y residencia real a 40 kilómetros (25 millas) al oeste de Londres.
Se han colocado banderas británicas, barricadas y patrullas de policía mientras que los fans ya están acampando para tener la mejor vista de la procesión con carruaje del sábado.
Enrique y el príncipe Guillermo, su hermano y padrino, encantaron a los admiradores cuando salieron del castillo de Windsor el viernes por la tarde para saludar a los congregados para felicitarlos.
Si Enrique está nervioso no lo mostró. El príncipe sonriente puso sus pulgares hacia arriba y dijo “genial, gracias” cuando alguien le preguntó cómo se estaba sintiendo en la víspera de su boda. El príncipe de 33 años aceptó un oso de peluche de regalo y habló con gente de Gran Bretaña, Estados Unidos, Canadá y otras partes del mundo.
Decenas de miles de espectadores, incluyendo muchos estadounidenses que han ido a apoyar a Markle, quien nació en California, se esperan en Windsor para encender la atmósfera real. La policía británica dijo que se les aplicará revisiones de seguridad como en los aeropuertos. También se han colocado barricadas de metal para impedir ataques con vehículos como los que provocaron la muerte de varias personas en puentes de Londres y Westminster el año pasado.
De igual manera estará presente la policía montada y habrá perros entrenados. A los espectadores se les ha pedido no arrojar confeti cuando los recién casados pasen por el pueblo en su carruaje el sábado.
“Es un potencial riesgo de seguridad y ¡es difícil de limpiar!”, dijo la policía del Valle del Támesis.
El palacio de Buckingham también anunció que el esposo de la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, asistirá a la boda real a pocas semanas de que le realizaran una operación para reemplazarle la cadera. El abuelo de 96 años de Enrique se ha retirado casi por completo de los compromisos públicos y hasta hace poco se desconocía si asistiría a la ceremonia.
La madre de Markle, Doria Ragland, voló a Inglaterra desde su casa en California esta semana y el viernes tomó el té con la reina en el castillo de Windsor. Fue su primer encuentro con la jefa de Estado que formará parte de su familia política.
El jueves Ragland cenó con la familia de Guillermo y un día antes conoció a Carlos y a su esposa Camilla.
Ragland era la favorita de los apostadores para caminar al altar con la novia, pero Carlos tiene toda una vida de experiencia en eventos públicos de gran escala en medio de un intenso escrutinio.
“Creo que algunas personas se sentirán desilusionadas, personas que esperaban el momento histórico de una mujer caminando con su hija al altar, y una mujer de raza mixta de Estados Unidos. Habría sido un momento histórico”, dijo el historiador real Robert Lacey.
Pero agregó: “que el príncipe Carlos, el futuro rey, camine con la novia ¿qué más podría soñar Meghan?”
El arzobispo de Canterbury Justin Welby, quien oficiará la ceremonia, dijo que Carlos “es una persona muy cálida y lo está haciendo como una señal de su amor, atención y apoyo. Y creo que es maravilloso, es hermoso”.
El arzobispo también dijo que Enrique y Markle son “una pareja muy segura” y la atmósfera en los ensayos ha sido “relajada, alegre y muy disfrutable”.
No es la primera vez que una novia de la realeza ha sido acompañada al altar por alguien que no sea su padre. La hermana de la reina, la fallecida princesa Margarita, fue acompañada por el príncipe Felipe pues su padre ya había muerto. La reina Victoria acompañó al altar a dos de sus hijas.
Roseline Morris, una visitante de 35 años de Basildon, Inglaterra, notó que Carlos no tiene hija.
“Carlos nunca tendrá la oportunidad de acompañar a una hija al altar, así que esto será una linda ocasión para él. Me imagino que estará muy orgulloso”, comentó.
El hecho de que el padre del novio acompañará a Markle es un giro más de una boda real que será muy distinta a las demás.
La maestra pastelera Claire Ptak dijo el viernes que el pastel de bodas, el cual tendrá tres partes y sabor a limón y flor de saúco, tiene un gusto “etéreo” y será presentado de una manera no tradicional.
Markle no tendrá una dama de honor pero sí habrá 10 pequeñas damas de honor y pajecitos, incluyendo al príncipe Jorge de 4 años y la princesa Carlota de 3, los hijos mayores de Guillermo y Catalina.
Los 600 invitados incluyen a miembros de la familia real y amigos famosos de Enrique y Meghan, según rumores, también irá Elton John. De igual manera están invitados varios compañeros de elenco de Markle en el drama televisivo “Sutis”.
La pareja será casada por Welby en una ceremonia de la Iglesia de Inglaterra, mientras que el reverendo Michael Curry, el primer obispo presidente negro de la Iglesia Episcopal de Estados Unidos dará un sermón.
Curry, hijo de un activista por los derechos civiles y descendiente de esclavos africanos, ha hablado a favor de los derechos de los homosexuales y planea unirse a una marcha en la Casa Blanca la próxima semana para rechazar la política de “América primero” de Donald Trump.
El viernes Curry dijo que al ver a la pareja de cerca encontró “dos personas reales que están obviamente enamoradas”.
“Cuando los veo, algo en mi corazón se agita”, dijo. “Por eso 2.000 millones de personas los están viendo”.