Es probable que el torrente de medios sociales acelerados como TikTok reduzca la capacidad de atención de los niños, según informa The Wall Street Journal.
Una nueva investigación llevada a cabo en China sugiere que el tipo de videos cortos y de ritmo rápido que los jóvenes consumen hoy en día es, al menos en parte, el culpable de por qué les cuesta tanto mantener la atención en actividades más prolongadas.
El artículo estudia el efecto en el cerebro de la aplicación Douyin, el equivalente chino de TikTok, mediante las imágenes neuronales. Las resonancias magnéticas de los participantes mostraron que el centro de recompensa en los cerebros de los participantes estaba muy activado, tanto que a algunos les costaba controlar cuándo dejar de mirar.
La corteza prefrontal es la parte del cerebro responsable de la toma de decisiones, el control de los impulsos y la atención sostenida.
“Si los cerebros de los niños se acostumbran a los cambios constantes, les resultará difícil adaptarse a una actividad no digital en la que las cosas no se mueven tan rápido”, dijo el Dr. Michael Manos, director clínico del Centro para la Atención y el Aprendizaje de la Clínica Infantil de Cleveland.
El cerebro libera el neurotransmisor dopamina cuando espera una recompensa, lo que refuerza los antojos de cualquier cosa agradable: comida, una droga o un video divertido.
TikTok: una “máquina” con un objetivo
Los algoritmos en sitios de videos como TikTok y YouTube están diseñados para alimentar a los espectadores con más de lo que más ven, lo que les resulta más interesante.
“TikTok es una máquina de dopamina”, dijo John Hutton, pediatra y director del Centro de Descubrimiento de Lectura y Alfabetización en el Hospital Infantil de Cincinnati.
“Si quiere que los niños presten atención, necesitan practicar cómo prestar atención”.
Los expertos dicen que privar a los niños de la tecnología no funciona por sí sola. Debe reducirse al tiempo que se estimulan otras actividades no digitales.
“Es como si hiciéramos que los niños vivieran en una tienda de golosinas y luego les decimos que ignoren todos esos dulces y se coman un plato de verduras”, dijo James Williams, especialista en ética tecnológica y autor de “Salte de nuestra luz: libertad y resistencia en la economía de la atención”.
“Estamos enfrentados a un flujo interminable de placeres inmediatos sin precedentes en la historia humana”.