El proyecto, desarrollado por investigadores españoles, permite contener la contaminación ante vertidos puntuales y eliminarla en suelos ya contaminados.
El Grupo de Tecnología Química y Medioambiental (Tequima) de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha concluido este proyecto de investigación a través del desarrollo de una tecnología novedosa.
Técnicos de la citada Institución se han desplazado hasta el Instituto de Tecnología Química y Ambiental del Campus de Ciudad Real para participar en una jornada de trabajo y conocer de primera mano, junto a responsables de diferentes empresas y entidades (Laboratorios Servier, Aquona, el centro de investigación Aitemin y la Confederación Hidrográfica del Guadiana), los resultados del proyecto de investigación, concedido al grupo Tequima por la Agencia Española de Investigación por valor de 423,000 euros.
Tras tres años de trabajo, los investigadores de la UCLM han podido desarrollar una tecnología novedosa capaz de contener la contaminación ante vertidos puntuales y eliminarla en suelos ya contaminados y en efluentes líquidos y gaseosos. Según ha explicado el investigador del grupo Tequima Manuel Rodrigo, por esta tecnología se ha interesado el Gobierno de Aragón ante el grave problema de contaminación que tienen con el lindano, un pesticida catalogado por la Organización Mundial de la Salud de «altamente cancerígeno».
Un pesticida que fue fabricado entre los años 1975 y 1989 por una empresa en Sabiñánigo (Huesca) y que, tras el cese forzoso de su actividad y el desmantelamiento de sus instalaciones, vertió cientos de miles de toneladas de residuos de forma ilegal a basureros municipales de la zona.
Este residuo tóxico puede llegar a contaminar las aguas del río Gállego, que nace en los Pirineos y desemboca en el Ebro. Ante esta problemática, la Dirección General de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón «quiere conocer la tecnología que ha desarrollado nuestro grupo y estudiar si es posible transferirla y aplicarla a la zona afectada», ha apuntado el profesor Rodrigo, quien ha añadido que el de Sabiñánigo es el caso más representativo de contaminación por organoclorados en España.
El objetivo ahora se centra en preparar una propuesta «para seguir probando nuestra tecnología» en este caso, ha concluido.