En la última semana Alphabet -la empresa matriz de Google-, Microsoft y Vox Media notificaron despidos a más de veintidós mil empleados. A esto hay que sumar los recortes de empleo de Amazon, Goldman Sachs y Salesforce y se espera que en los próximos días más empresas sigan la misma senda. Los despidos empiezan a afectar a diversos sectores del mundo empresarial e incluso al mercado de valores.
Durante la pandemia las formas de consumo se desplazaron hacia el comercio electrónico y los servicios online y el crecimiento de negocio de las empresas tecnológicas las llevo a expandir la contratación de trabajadores. A pesar del cambio de hábitos y de tímidos avances en el trabajo remoto en la actualidad los trabajadores han vuelto a sus trabajos presenciales. Así en la nueva coyuntura el mes de enero ha llenado los titulares de los medios de comunicación internacionales sobre los recortes masivos de empleos. En total en el último mes se llevan perdido más 125 mil empleos pues unas 120 grandes empresas tecnológicas, bancos y fabricantes se encuentran implementando masivas rondas de despidos.

Esta situación deriva de la alta inflación que padecemos impulsada por los precios de los alimentos y la energía, aunque, al menos, en el segundo caso los precios tienden a una mejoría. La economía se está enfriando porque la Reserva Federal y en general los bancos centrales subieron el precio del dinero para desacelerar la economía y contener la subida de precios. En realidad, enfrentamos un entorno económico desafiante y el argumento de estas empresas que se enfocaba en crecer, ahora según sus directivos, se centra en la eficiencia y esto significa recortar gastos y desde luego empleo.

La industria tecnológica por tanto se deshace de miles de empleados, aunque todas tienen un denominador común y es que continúan ganando enormes cantidades de dinero. Esto significa que los trabajadores son quienes están asumiendo el costo y no los accionistas, ni los dividendos. Por ejemplo, Amazon despidió 18 mil trabajadores en enero a pesar de que en el último trimestre del año pasado ganó dos mil novecientos millones de dólares y sus ventas anuales alcanzaron los 127 mil millones de dólares, un 15 por ciento más que en 2021. Su poderoso Ceo argumenta que es necesario frenar la contratación y reducir los recursos. Lo mismo sucede en Google, Microsoft o Meta con abultadas ganancias que dificulta a sus directivos justificar los despidos masivos y el recorte de sus plantillas, pues sus márgenes no dejan de aumentar. El campeón en este aspecto es Twitter que eliminó de un plumazo la mitad de sus empleados con el argumento de que es necesario ahorrar. De esta manera los despidos son moneda común y se han perdido 215 mil empleos en el último trimestre. Frente a la delicada situación se observan dos reacciones radicalmente distintas. De un lado, existe un festín por todo lo alto en las cotizaciones bursátiles ya que el recorte de empleos mejora las cuentas de las tecnológicas provocando rebotes en el valor de sus acciones en algunos casos hasta de un sesenta por ciento. De otro, la situación de los empleados que pierden sus trabajos y coloca a cientos de miles de familias en dificultades financieras.

Dos factores explican este entorno. Primero el financiero, todas estas compañías manejan un alto nivel de endeudamiento, pues para su funcionamiento necesitan enormes cantidades de fondos, de este modo cuando suben los tipos de interés las deudas crecen y los intereses de la misma se encarecen, situación que las lleva a pasar apuros, que fue lo que ocurrió cuando explotó la primera burbuja de las punto COM en los años noventa y lo que parece estar sucediendo es algo parecido, así que este sería el motivo financiero que explica la situación.

Segundo, también hay un motivo oportunista y es que todas reclutaron trabajadores para el boom de la pandemia e incrementaron sus plantillas durante ese período. Por ejemplo, Amazon duplicó sus trabajadores argumentando que había países y geografías que requerías esas contrataciones y lo mismo hicieron todas. Ahora bien, una vez obtenidos los beneficios las plantillas se reducen, pero los beneficios no se recortan, ni los dividendos, sino la mano de obra, así que surge una duda legítima sobre si hubo un uso oportunista de los trabajadores. Estas son las dos cuestiones planteadas sobre la inquietante situación que vivimos en esta nueva explosión de las empresas punto COM.

En realidad, no existe ninguna dificultad económica ganan muchísimo dinero y eso sucede porque su forma de operar esta en códigos, es decir, software y necesitan pocos empleados, por ello Musk despidió a la mitad de la plantilla de Twitter y la compañía sigue igual funcionando. El caso de Amazon es diferente, pero lo está robotizando todo y eso a futuro significará menos empleados, por eso lo que vemos es el principio de una contienda y la cosa va a ir a más. Se trata del fin de una época, ya no se puede crecer más en usuarios estos números tocaron techo, de este modo lo que observamos es un cambio de modelo de negocio que no necesitará de muchos trabajadores sino más bien plantillas especializadas. Por ejemplo, Microsoft pondrá un chat GPT en todas sus aplicaciones y Google incorpora la inteligencia artificial en sus servicios. Por tanto, estamos ante una guerra entre las tecnológicas por ver quien sale triunfante en el nuevo modelo lo que quiere decir que habrá empleo para personas altamente cualificadas y muy malas noticias para las menos cualificados. Parece que la contienda dejará muchas víctimas.


“Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World”. This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846. Dirigido por Consuelo Naranjo Orovio desde el Instituto de Historia-CSIC.

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