En el anfiteatro Altos de Chavón ya no había espacio para que nadie más se sentara. Eran las 9:26 de la noche cuando los músicos de la Orquesta Sinfónica Nacional hicieron su entrada al escenario.
De inmediato estalló la algarabía, pues eso era prueba de que pronto el ícono latinoamericano subiría a la tarima.
Y efectivamente, ocho minutos después de que los músicos tomaran su lugar salió a escena el maestro José Antonio Molina con su peculiar peinado e inseparable batuta para dirigir el concierto sinfónico de Ricky Martin.
Los aplausos de pie no se hicieron esperar y este de inmediato se puso al frente de la sinfonía. Ya estaba todo preparado para una noche de adrenalina y sentimientos.
Menos de dos minutos después salió a escena Ricky Martín, el astro boricua de 51 años con una trayectoria desde niño que deja constancia de su veteranía en el escenario.
Enrique Martín Morales, su nombre de pila, nació el 24 de diciembre de 1971 y formó parte del grupo Menudo.
Con las notas de Pégate” arrancó su descarga musical que no dejó al público sentarse en toda la función coreándolo y ovacionándolo.
La veintena de canciones arrancó con “Pégate” del 2006, una canción enérgica y llena de ritmo. Luego “Volverás” y “Gracias por pensar”, baladas pop suave donde tenía protagonismo lo sinfónico.
En toda la velada, Ricky cantaba una movida y baladas pop, entre lo romántico y lo bailable.
Siguió con “La bomba”, “Con tu nombre”, y “Fuego de noche”, unas de esas de amargue cantada a todo pulmón.
“Disparó al corazón”, “Casi un bolero”, “Te extraño”, “Asignatura” y “Vuelve”, esta última se cantó a un solo coro por un Chavón rendido ante él.
El cantante siguió con sus éxitos: “Lola”, “María”, “Mordidita”, “Por arriba”, “Livin’ la vida loca”, “Vente pa’ ca” y ” La copa de la vida”.
En una aparente despedida, Ricky presentó a los músicos de su banda y agradeció al talento dominicano de la Orquesta Sinfónica Nacional y al maestro Molina.
Todo parece indicar que se iría pero sorpresivamente apareció de nuevo con dos últimas entregas: “Tal vez” y “Tu recuerdo”.
Esta última canción fue un cierre con broche de oro, pues el público de más de 5,000 personas se convirtió en una sola voz.
Sin duda alguna, Ricky Martin había puesto a Altos de Chavón bajo sus pies.