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Santo Domingo, RD.- En un mundo donde el tatuaje evoluciona a pasos agigantados, Ramón Nieves se destaca como un innovador artista que está transformando la percepción de esta forma de expresión. Con su enfoque en diseños surrealistas, no solo crea obras de arte en la piel, sino que también desafía los estigmas asociados al tattoo, convirtiéndolos en una forma de arte que trasciende la realidad.
Desde sus comienzos, Ramón ha demostrado una habilidad excepcional para expresar la complejidad de las emociones humanas, a través del arte surrealista.
Sus diseños, además de ser visualmente impactantes, también cuentan historias profundas, invitando a los amantes del tatuaje a explorar su narrativa personal. Nieves descubrió su pasión por el arte corporal a los dieciocho años de edad, pero no fue hasta que tomó una aguja y tinta en sus manos que el verdadero potencial artístico comenzó a emerger.
Con una destreza sin igual y una visión fuera de lo común, este tatuador ha logrado marcar un antes y un después en la industria.
En la actualidad, los tatuajes son comunes y han perdido gran parte de su estigma negativo en muchas partes del mundo. Se consideran una forma de arte corporal y expresión personal. Desde sus herramientas, Ramón Nieves ha marcado un cambio significativo en la percepción de este tipo de grabados.
Su habilidad para combinar elementos surrealistas con técnicas de tatuaje innovadoras lo posiciona como un artista destacado de la industria. Cada trazo de la aguja cuenta una historia, cada sombra y detalle enriquecen una narrativa que desafía la percepción y la lógica. Sus creaciones no son solo tatuajes, son obras de arte vivientes que hablan al alma de quien las lleva.
En cuanto a los retos que ha enfrentado a lo largo de su trayectoria, el artista comenta que, durante su formación, los recursos para instruirse eran escazos, en comparación con lo que hoy día puede hallar en las plataformas digitales.
“La industria, al menos cuando comencé, era muy recelosa. Una de las dificultades que enfrenté fue la poca información disponible. En ese entonces, aprender a tatuar no era tan fácil, ya que existían tutoriales básicos en YouTube, pero no daban mayor información, solo era ver cómo tatuaba la persona y de allí te tocaba descifrar lo demás. Por eso, a través de mis redes sociales, intento compartir con mi comunidad el detrás de cámaras, cómo hago ciertas cosas, información de color, etc. En seminarios, profundizo mucho más esos detalles y, actualmente, en Internet se encuentra más información disponible y a todo momento. Este beneficio ha permitido que la industria crezca cada vez más rápido”, expresa el tatuador, quien tomó la situación como motivación para buscar alternativas de aprendizajes.
A diez años de carrera artística, también ha podido asentar su arte en Chile, Carolina del Norte y New York. Su éxito en Chile fue el primer gran paso en su trayectoria internacional. Allí, Ramón logró captar la atención de los seguidores del arte y del tatuaje, estableciendo un estudio que rápidamente se convirtió en un referente en la escena local.
Su capacidad para conectar y entender las historias personales le permitió crear diseños que resonaban profundamente, lo que le valió una creciente base de admiradores.