L uego de venir observando con detenimiento el tema de la cultura en nuestro medio, a pesar de que existen muchos aspectos que deben ser reorientados, como la ausencia de presupuesto para los eventos de esta materia, entendemos que no siempre debe recaer sobre las entidades públicas lo negativo, pues cada individuo debe sentirse comprometido a fin de realizar un aporte para que aquellos elementos que nos identifican como nación puedan ser proyectados de la mejor manera posible. Siempre nos quejamos del rol del Estado, olvidándonos de que esta figura la integramos todos y cada uno de los habitantes de esta República Dominicana.
Por lo antes expuesto, el hecho de que entidades como el Centro León Jimenes existan, conjuntamente con la Escuela de Arte y Diseño de Altos de Chavón, el Museo Bellapart, el Centro Mirador Santo Domingo, el Centro Cultural Perelló, el Museo Cándido Bidó, por solo citar algunos ejemplos, es un gran paso de avance y una mano amiga para el gobierno, pues a través de estos espacios los artistas cuentan con mayores opciones para la puesta en vigencia de sus propuestas. Y, con ello, el público interesado también se beneficia, al tiempo de que se recrea y edifica, al conocer lo que presentan cada uno de estos espacios culturales.
Ahora bien, no tenemos claro si estos centros manejan un calendario de actividades en coordinación con el Ministerio de Cultura. En el caso de que no sea así, a nuestro modo de ver, sería interesante si se lleva a cabo. De esa forma se podría crear un programa general que pueda incluso ser promovido por el Ministerio de Turismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Ministerio de Educación y también por el Ministerio de Educación Superior Ciencia y Tecnología.
Si se logra la sinergia entre los referidos ministerios en relación a la promoción de los valores artísticos, es seguro que daremos un giro a este sector, pues en verdad urge, ya que es lamentable que muchos de nuestros profesionales no conozcan su patrimonio cultural y pululen con el alma vacía de sensibilidad cuando nuestro terruño es tan rico en expresiones culturales.