Nuevos centros de salud son siempre necesarios y así debemos saludar el anuncio del inicio de la construcción de un Centro Especializado en Diabetes y Obesidad. Esta noticia propicia reflexionar en declaraciones de la ministra de Salud en la ocasión: “Centros como éste ayudarán en la labor que hacemos desde el Estado para prevenir y combatir esta enfermedad”, dijo.
Sería una grata novedad en nuestro sistema de salud un centro para prevenir la diabetes amén de tratarla, pero no es la cultura del Estado dominicano con esa enfermedad ni otras no transmisibles.
Esta peligrosa condición mayormente deviene del sobrepeso o la obesidad. Prevenirla requiere políticas de educación nutricional y promoción de estilos de vida saludables, tarea aún pendiente en el Estado dominicano.
La diabetes mellitus, trastorno general del metabolismo que se caracteriza por aumento anormal de los niveles de glucosa en sangre (hiperglucemia) cuando es primaria o no asociada a ninguna otra enfermedad, puede ser de origen autoinmune (llamada tipo 1) o no autoinmune (llamada tipo 2).
En el primer caso la enfermedad se desata por un proceso de destrucción de las células b del páncreas, que son las encargadas de la producción de la hormona que regula la cantidad de azúcar en la sangre (insulina), de índole autoinmune, el propio sistema de defensa las ataca.
No hay seguridad de la raíz de este proceso autoinmune pero se citan causas genéticas y factores medioambientales, entre éstos, factores dietéticos. Por ejemplo, el consumo de leche de vaca y productos lácteos en los primeros años de vida, predispone a la diabetes tipo 1, por efecto de la albúmina bovina.
Este tipo de diabetes aparece bruscamente en personas menores de 30 años y por lo general delgadas.
En tanto la diabetes tipo 2 o no autoinmune es la que se presenta en sujetos de más de 40 años y en sobrepeso en el 80% de los casos; apenas 10% en personas de peso normal.
Una resistencia de las células musculares y de otros tejidos a la insulina y una sobreproducción de ésta como respuesta primero y luego baja producción, desencadena la enfermedad. La obesidad parece ligada a la resistencia periférica a la insulina.
De hecho, la diabetes mellitus tipo 2 es casi inexistente en individuos con Índice de Masa Corporal normal.
En obesos diabéticos el restablecimiento del peso adecuado suele restablecer en muchos casos el nivel glucémico.
Nuestra cultura popular de alimentación, signada por escasa lactancia materna, alto consumo de grasa saturada y azúcar, mucho alcohol, están muy lejos de prevenir diabetes.
Hay que fomentar estilos dietéticos y de vida saludable (hacer ejercicio, comer más vegetales, menos carne, embutidos y frituras, bajo consumo de alcohol), mediante acciones de educación e información masiva y constante.