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Santo Domingo.- La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones percibidas como amenazantes o desafiantes. Es una emoción normal que todos experimentamos en algún momento de nuestras vidas.
Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve persistente, e interfiere con nuestras actividades diarias, puede convertirse en un trastorno de ansiedad.
Lytza Álvarez, psicóloga de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (cedimat), explica que la ansiedad se ha convertido en una compañera constante para muchos.
Desde el estrés laboral hasta las preocupaciones financieras, pasando por las presiones sociales y las expectativas personales, la ansiedad puede manifestarse de muchas formas y afectar a personas de todas las edades.
La especialista explica que existen varios tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno de pánico, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y las fobias específicas, entre otros.
Cada uno tiene sus propias características distintivas, pero todos comparten un elemento común: la sensación abrumadora de preocupación, miedo o malestar que puede ser difícil de controlar.Sobre cómo afecta la ansiedad a las personas, la psicóloga destaca que los efectos de la misma son varios.
A nivel físico, puede manifestarse a través de síntomas como taquicardia, dificultad para respirar, dolores de cabeza, tensión muscular y problemas gastrointestinales.
A nivel emocional, la ansiedad puede causar irritabilidad, nerviosismo, dificultad para concentrarse e incluso ataques de pánico. Además, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de una persona, interfiriendo con sus relaciones personales, su rendimiento académico o laboral y su bienestar general.
La ansiedad también puede llevar a comportamientos de evitación, donde las personas intentan evitar situaciones o actividades que desencadenan su ansiedad, lo que puede limitar su participación en la vida cotidiana y dificultar aún más el manejo de la condición a largo plazo.
Importancia prevención
Si bien es importante tener estrategias para manejar la ansiedad cuando surge, también es fundamental trabajar en la prevención y el autocuidado a largo plazo. Esto puede implicar establecer límites saludables, aprender a decir “no” cuando sea necesario, establecer rutinas regulares y practicar el autocuidado en forma de actividades que traigan placer.
La educación y la conciencia también son herramientas poderosas en la lucha contra la ansiedad. Al hablar abierta y honestamente sobre los propios desafíos, puede ayudar a reducir el estigma asociado con la salud mental y fomentar un ambiente de apoyo y comprensión.
¿Cuándo requiere ayuda?
En última instancia, la ansiedad es una experiencia humana común que afecta a personas de todas las edades y circunstancias.
Reconocer su impacto, buscar ayuda cuando sea necesario y practicar el autocuidado son pasos importantes hacia el manejo saludable de la ansiedad y el cultivo de una vida plena y significativa.
La especialista explica que reconocer cuándo la ansiedad ha trascendido el nivel normal y se ha convertido en un problema que requiere ayuda profesional puede ser un desafío.
A menudo, las personas pueden minimizar sus propios síntomas o atribuirlos a otras causas, lo que dificulta la toma de decisiones sobre buscar ayuda. Sin embargo, hay signos claros que pueden indicar que la ansiedad está interfiriendo significativamente con la vida diaria y que es hora de buscar apoyo adicional.
Uno de los indicadores más claros de que la ansiedad se ha vuelto un problema es la persistencia y la gravedad de los síntomas.
Si los sentimientos de ansiedad son constantes, intensos y difíciles de controlar, y persisten durante un período prolongado de tiempo, es probable que se trate de un trastorno de ansiedad que requiere atención profesional. Los ataques de pánico recurrentes, los pensamientos intrusivos y la preocupación constante son señales de alerta de que la ansiedad está fuera de control y necesita ser abordada.
Otro signo importante de que la ansiedad necesita atención profesional es cuando comienza a interferir significativamente con la vida cotidiana de una persona.
Esto puede manifestarse de muchas formas, como dificultades para concentrarse en el trabajo o en la escuela, problemas para mantener relaciones personales saludables, evitación de actividades o situaciones sociales, o cambios en el comportamiento y el estado de ánimo.
Si la ansiedad está afectando negativamente la capacidad de una persona para funcionar en su vida diaria, es crucial buscar ayuda.
Problemas físicos
Álvarez destaca que la ansiedad no solo afecta la salud mental, sino también la salud física y emocional. Si los síntomas de ansiedad están causando problemas físicos como dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, insomnio o fatiga extrema, o si están contribuyendo a problemas emocionales como depresión, irritabilidad o sentimientos de desesperanza, es un signo de que está teniendo un impacto significativo en la salud global de una persona y requiere intervención profesional.
El aislamiento social y la evitación de actividades o situaciones que desencadenan la ansiedad son comportamientos comunes entre las personas que luchan con trastornos de ansiedad.
Sin embargo, en lugar de aliviar la ansiedad, estos comportamientos tienden a perpetuarla y pueden llevar a un ciclo de deterioro en el bienestar emocional.
Romper el ciclo
Sabio consejo
Si una persona se encuentra cada vez más aislada y restringida en su vida debido a la ansiedad, es importante buscar ayuda para romper este ciclo.
Busca ayuda profesional
Cuando la ansiedad comienza a interferir significativamente con la vida diaria y el bienestar general de una persona, buscar ayuda profesional es esencial.
Esto puede implicar consultar a un psicólogo o un psiquiatra. Si los síntomas son persistentes, graves y están interfiriendo con la vida diaria, es importante buscar apoyo adicional para aprender a manejarla.