Infobae.- La Dra. Merle Myerson es una cardióloga especializada en estilo de vida saludable y prevención de enfermedades. Es especialista certificada en lípidos y autora de numerosos artículos de investigación y libros de texto sobre enfermedades cardiovasculares.
Actualmente, vivimos en la época dorada de la longevidad. Como nunca antes, la expectativa de vida ha aumentado en todo el planeta gracias a los grandes avances de la ciencia y la medicina. Sin embargo es bueno de que la calidad de vida y la salud de las personas mayores de 50 año se puedan mejorar con algunos consejos.
Vacunas, nuevos fármacos, urbanización e higiene en las ciudades y decenas de cosas más nos ayudan a prolongar la esperanza de vida cada año. En ese camino para vivir más y mejor, es fundamental cuidar nuestro cuerpo, alimentarlo, hidratarlo, realizar actividad física todos los días y descansar al menos 7 horas cada noche.
1- Mantener relaciones sociales
La soledad puede tener un fuerte impacto en tu salud mental y física, y el riesgo de los adultos mayores es particularmente importante porque muchos de ellos pierden el contacto con familiares y amigos debido a mudanzas, limitaciones físicas o fallecimientos.
El aislamiento social se ha asociado con enfermedades que van de las cardíacas hasta la diabetes, deterioro cognitivo y más. Una advertencia reciente del cirujano general de EE.UU. informa que la desconexión social puede acortar la vida casi tanto como fumar 15 cigarrillos por día.
2- Hacerse exámenes de la vista y la audición
Estás acostumbrado a visitar a tu médico de atención primaria para el chequeo anual, pero no debes olvidarte de la visión y la audición, que también necesitan atención especial a medida que envejecemos.
3- Ocuparse de la boca
Las caries no son solo cosa de niños. El deterioro de los dientes y la enfermedad de las encías pueden presentarse a cualquier edad, y hay estudios que han asociado a ambos con riesgos de enfermedades cardiovasculares y respiratorias (como la neumonía). La mala salud oral también se ha vinculado con la enfermedad de Alzheimer y la demencia.
Ya conoces la rutina: cepíllate los dientes dos veces al día (con una pasta dental que contenga fluoruro) y usa hilo dental con regularidad. Debes visitar al dentista dos veces al año.
Un obstáculo importante es que, con frecuencia, el seguro cubre muy poco o nada de la atención dental. Si necesitas atención dental gratuita o de poco costo, averigua si hay una clínica patrocinada por el Gobierno cerca de ti. Muchas escuelas de odontología también ofrecen atención a bajo costo.
4- Prestar atención al sueño
El término “dormir como un bebé” tiene mucho de cierto, pero a medida que envejecemos puede resultar más difícil descansar bien durante la noche. Tal vez se deba a los medicamentos que tomas, o quizás sea el dolor lo que no te deja dormir.
Dormir mal se ha asociado con una variedad de problemas de salud, como diabetes tipo 2, hipertensión, enfermedades cardíacas, derrames cerebrales e incluso la muerte prematura.
5- Mantener el peso bajo control
Es común que los adultos aumenten de peso cuando llegan a la mediana edad, con frecuencia debido a un cambio en el metabolismo (el modo en que el organismo obtiene energía de los alimentos).
El problema es que el aumento promedio de peso es medio a 1 kilo por año, lo cual puede sumarse con rapidez. Y un estudio publicado en JAMA Network Open en el 2022 halló que tener sobrepeso en la mediana edad está vinculado con morir varios años antes que las personas que tienen un peso normal.
6- Mejorar el equilibrio y la resistencia
Según los CDC, las caídas son una causa principal de lesiones en los adultos mayores. Se estima que entre las personas mayores de 65 años, más de una de cada cuatro sufre una caída cada año, y una de cada cinco caídas causa una lesión grave, como la fractura de un hueso o una lesión en la cabeza.
“A medida que envejecemos, se vuelve más importante hacer entrenamiento de resistencia muscular y equilibrio. El entrenamiento de resistencia mantiene la fuerza muscular, mientras que el entrenamiento de equilibrio y coordinación es fundamental para reducir el riesgo de caídas”, dice Jeffrey Schlicht, profesor de Promoción de la Salud y Ciencias del Ejercicio en la Universidad Estatal del Oeste de Connecticut (WCSU).
No hace falta que te inscribas en un gimnasio: las tareas de jardinería o el trabajo con bandas de resistencia cuentan como entrenamiento muscular, dicen los CDC. Y para mejorar el equilibro, prueba a pararte sobre un pie o trata de hacer alguno de estos ejercicios.
7- Si todavía se fuma, dejar de hacerlo
Nunca es demasiado tarde para dejar el tabaco. Si bien los años de fumar tienen un costo, tu sistema circulatorio y tu función pulmonar pueden mejorar, aun si dejas de fumar cuando ya eres mayor. Una vez que dejas el hábito, incluso después de los 60 años, la frecuencia cardíaca y la presión arterial descienden a niveles más normales, y el riesgo de sufrir un infarto o un derrame cerebral disminuirá, según el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA).
El tabaquismo es una adicción, y dejar de fumar no es fácil. Pero hay recursos para ayudarte: habla con tu médico sobre las opciones disponibles o llama al 800-QUIT-NOW (800-784-8669). Todos los estados y países tienen líneas telefónicas dedicadas con consejeros capacitados para ayudar a las personas a dejar de fumar. Los servicios son gratuitos, y algunos estados pueden proporcionar productos de reemplazo de nicotina (parches, chicles y pastillas) sin costo.
8- Mantenerse al día con los exámenes médicos de rutina
Es importante mantenerse al día con los estudios de detección de enfermedades que se vuelven más comunes con la edad, incluido el cáncer. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, estos estudios de detección pueden ayudar a prevenir miles de casos y muertes adicionales de cáncer. Así y todo, una cantidad importante de adultos omite esos estudios por diversos motivos, y la pandemia de COVID no hizo más que empeorar la situación.
Estos son los estudios de detección que la Sociedad Americana contra el Cáncer recomienda para las personas de 50 años o más:
- Cáncer de mama
- Cáncer cervical
- Cáncer colorrectal
- Cáncer de pulmón (para fumadores o exfumadores)
- Cáncer de próstata
Habla con el médico o con un profesional del cuidado de la salud sobre cuándo y con qué frecuencia debes hacerte estos estudios