Lewis fue una gran influencia para Jim Carrey y otros artistas bufonescos. En sus 90s, siguió haciendo monólogos de comedia.
LOS ÁNGELES — Jerry Lewis, el expresivo comediante que saltó a la fama en una lucrativa sociedad con Dean Martin para luego convertirse en un cineasta cohibido y conquistó a un público aún más grande como en incansable y lloroso anfitrión de un teletón anual a beneficio de la distrofia muscular, falleció. Tenía 91 años.
Su publicista Candi Cazau confirmó el domingo que Lewis murió en Las Vegas de causas naturales acompañado de su familia.
La carrera de Lewis abarcó la historia de la industria del espectáculo del siglo XX, comenzando en el show de vodevil de sus padres a los 5 años. Tenía solo 20 cuando su dupla con Martin lo convirtió en un astro internacional. Más adelante hizo una serie de películas exitosas como “The Bellboy” (“El botones”) y “The Nutty Professor” (“El profesor chiflado”), apareció en “The King of Comedy” (“El rey de la comedia”) de Martin Scorsese e hizo de él mismo en “Mr. Saturday Night” (“El cómico de la familia”) de Billy Crystal.
En la década de 1990 regresó al escenario como el diablo en una reposición de “Damn Yankees” en Broadway. Tras un receso de 20 años en el cine, Lewis volvió como astro del drama independiente “Max Rose”, estrenado en el 2016.
Como un octogenario viajó por el mundo, trabajando en una versión teatral de “The Nutty Professor”. Era tan activo que a veces olvidaba lo básico, como comer, según recuerdan sus asociados. En el 2012, Lewis se perdió una ceremonia de premios presentada en su adorado Friars Club por una baja de azúcar debida a que no se estaba alimentando y tuvo que pasar la noche en el hospital.
En sus 90s, siguió haciendo monólogos de comedia.
Lewis fue una gran influencia para Jim Carrey y otros artistas bufonescos. También fue conocido como anfitrión del teletón del Día del Trabajo para la Asociación de Distrofia Muscular, donde bromeaba, recordaba y presentaba invitados, compartía historias sobre niños enfermos y concluía con su himno personal: la balada “You’ll Never Walk Alone”.
Desde la década de 1960, los teletones recaudaron unos 1.500 millones de dólares, incluyendo más de 60 millones en el 2009. En 2011 anunció que dejaría de ser el anfitrión, pero que seguiría presidiendo la asociación a la que unió unos 60 años antes.