LOS ÁNGELES.— La cineasta Agnes Varda bailó con Angelina Jolie. Donald Sutherland quiso dar las gracias a los personajes que ha interpretado. El guionista y director Charles Burnett dijo que recibir un Oscar alivia las palabras de un profesor sin corazón hace décadas.
El mexicano Alejandro González Iñárritu dedicó su galardón a los inmigrantes de todo el mundo. Y el realizador Owen Roizman se emocionó durante la novena edición de los Premios de los Gobernadores entregados por la Academia.
Hollywood se tomó un descanso el sábado de la creciente crisis derivada de denuncias de acoso sexual para entregar los primeros Oscar de la próxima temporada de galardones a cuatro veteranos de la industria y a un proyecto de realidad virtual.
La campaña para hacerse con el premio más codiciado del mundo del cine ya ha comenzado, como mostró la lista de aspirantes al Oscar que asistieron a la ceremonia privada, que no se emitió por televisión. Saoirse Ronan y Greta Gerwig, de “Lady Bird”; Sally Hawkins, Richard Jenkins y Guillermo del Toro por “The Shape of Water”, y Kumail Nanjiani y Zoe Kazan de “The Big Sick” estaban entre los invitados. Todos ellos son considerados favoritos para hacerse con la preciada estatuilla dorada.
Ninguno de los presentadores ni de los premiados mencionó el escándalo de abusos sexuales que salpica a buena parte de la industria desde la aparición el mes pasado de denuncias de acoso y agresión contra el magnate Harvey Weinstein. Varios nombres destacados del cine, como Kevin Spacey y Louis C.K., han sido señalados desde entonces por su conducta.
Con el acoso sexual fuera del guion de la noche, los Premios de los Gobernadores fueron una noche de fiesta más en Hollywood. En la lista de invitados a una de las citas más exclusiva de la temporada estaban Tom Hanks, Salma Hayek, Jake Gyllenhaal, James Franco, Sarah Paulson, Emma Stone, Robert Pattinson, Gary Oldman, Ben Stiller, Sofia Coppola, Patty Jenkins y Sam Rockwell.
Roizman, que estuvo nominado a cinco premios de la Academia a lo largo de su carrera, recibió su Oscar honorífico de manos de Dustin Hoffman _ quien antes este mes se disculpó por acosar supuestamente a una pasante en 1985. Hoffman elogió al cineasta por su integridad dentro y fuera de la pantalla, y Roizman se emocionó al recoger la estatuilla.
Varda fue presentada por cuatro mujeres entre las que estaban Jolie y la también actriz Jessica Chastain.
“¿No hay ningún hombre en esta sala que me quiera?”, dijo la realizadora de 89 años.
Con una actitud pícara y el pelo de dos colores, la pionera del movimiento cinematográfico francés de la Nueva Ola, dio una vuelta a su bufanda y bailó sobre el escenario tras aceptar su Oscar. Jolie la describió como “única, atrevida y excepcional”. Gerwig dijo que Varda era “una de mis heroínas”.
Los directores Reginald Hudlin y Ava DuVernay y los actores Chadwick Boseman y Tessa Thompson señalaron que el trabajo de Burnett les conmovió porque hizo visibles sus vidas. El cineasta ha dedicado su carrera a contar historias sobre la experiencia afroestadounidense.
Fue durante su etapa como estudiante en UCLA cuando consideró utilizar el cine como un medio para el cambio social, explicó. Pero el Oscar honorífico lo valida más allá del cine. Recordó como un profesor en la escuela secundaria le dijo que no llegaría a nada.
“No sé si seguirá vivo”, dijo Burnett. “Pero si lo está, espero que lea esto”.
Whoopi Goldberg y Jennifer Lawrence calificaron a Sutherland de “mágico” durante la presentación del Oscar honorifico al actor.
“Me gustaría poder dar las gracias a todos los personajes que he interpretado”, dijo.
Iñárritu recibió un premio especial por el proyecto de realidad virtual que desarrolló con el cineasta Emmanuel Lubezki. “Carne y Arena” (“Flesh and Sand”) simula las experiencias de inmigrantes que cruzan los desiertos del oeste de Estados Unidos. La instalación puede visitarse en el Museum of Art del condado de Los Ángeles.