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El queso, ese manjar versátil y omnipresente en cocinas de todo el mundo, es sin duda uno de los ingredientes más queridos por los aficionados a la gastronomía. Desde acompañar una pasta fresca hasta ser el ingrediente estrella de un sándwich matutino o una tabla de picoteo antes de una reunión, su versatilidad y sabor lo han convertido en un elemento indispensable en diversas preparaciones culinarias.
Con motivo del Día Mundial del Queso, que se celebra cada 27 de marzo, los amantes de este delicioso lácteo tienen un motivo más para deleitarse con sus variedades y texturas.
El queso tiene un origen tan misterioso como ancestral. Una de las varias leyendas narra el relato de un mercader que, durante un extenso viaje por el desierto, ideó una forma ingeniosa de conservar la leche para su sustento. Utilizando el estómago de un cordero como recipiente, transportaba la leche en su travesía. Al abrirlo, se sorprendió al encontrar que la leche se había coagulado y fermentado debido al cuajo natural del estómago y las altas temperaturas.
Al probar este nuevo producto, el hombre comprendió que había descubierto una forma revolucionaria de conservación. Desde entonces, el queso se convirtió en un alimento fundamental para los viajeros, gracias a su portabilidad, larga durabilidad y su alto contenido de proteínas y grasas. Por supuesto, esta es solo una versión de la historia.
Así las cosas, esta efeméride es como un regalo para los sentidos, una oportunidad de explorar las infinitas posibilidades que ofrece este alimento. En sintonía con esta celebración, Infobae propuso una serie de recetas elaboradas por chefs.
Esta breve guía no solo honra la riqueza gastronómica que el queso aporta, sino que también ofrece una experiencia gastronómica única, donde cada bocado es una celebración de sabor y tradición.
Así, desde entradas hasta postres, cada plato está cuidadosamente elaborado para resaltar las cualidades de este lácteo tan apreciado. Los cocineros no escatiman en creatividad, combinando sabores y texturas para ofrecer una experiencia culinaria inolvidable.
Recetas con queso para preparar y disfrutar en casa
Scones de queso, por Eli Aguilar (@eliglutenfree, en Instagram)
Rinde 16 unidades.
Ingredientes
-300 gramos de premezcla sin gluten.
-Cuatro cucharaditas de polvo de hornear.
-50 gramos de queso rallado o en hebras.
-100 gramos de manteca.
-Un huevo.
-Agua cantidad necesaria.
-Sal a gusto.
En un bol, colocar la premezcla, el polvo de hornear, la sal y el queso rallado. Agregar la manteca fría, desmenuzándola con las manos o un tenedor. Incorporar el huevo y el agua o leche, amasando ligeramente para unir la masa. Estirar unos 2 centímetros de espesor y cortar con cortante del tamaño y forma deseado. Colocar los scones sobre una placa de hornear previamente aceitada.
Cocinar en el horno precalentado a temperatura media (180°C) durante 15 minutos aproximadamente o hasta que se doren. Cortar y rellenar con fiambre o lo que se prefiera.
La pizza, uno de los platos preferidos de los chefs a la hora de aprovechar el sabor del queso (Imagen ilustrativa Infobae)
Pizza con bordes rellenos, por Víctor García (@elgordococina)
Ingredientes
-250 gramos de harina 0000.
-12 gramos de levadura.
-Dos cucharadas de aceite de oliva.
-Una cucharadita de azúcar.
-Tres cuartos de cucharada de sal.
-Un cuarto de taza de agua tibia.
-Salchichas de copetín o salchichas parrilleras (opcional).
-Salsa de tomate.
-Queso mozzarella rallado.
-Panceta (bacon) en trozos.
-Otros ingredientes opcionales para rellenar los bordes: queso y verduras asadas.
En un recipiente grande, hacer un volcán con la harina y colocar en el centro un chorrito de agua tibia, la levadura, el azúcar y el aceite de oliva. Mezclar estos ingredientes hasta que la levadura se disuelva en el agua.
Integrar gradualmente la harina desde los bordes del volcán hacia el centro, hasta formar una masa homogénea. Agregar la sal y continuar amasando la masa hasta que esté suave y elástica. Cubrir la masa con un paño limpio y dejarla reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 30 minutos, o hasta que haya duplicado su tamaño.
El cheesecake tiene al queso como protagonista de un postre
Cheesecake Alto Valle, por Cecilia Ponce, de General Roca (@ceciponcepastelera)
-400 gramos de queso crema.
-100 mililitros de crema de leche.
-100 gramos de azúcar.
-Tres huevos
-40 gramos de almidón de maíz.
-Esencia de vainilla.
Mezclar todos los ingredientes y reservar.
Para el relleno de manzanas caramelizadas.
-Dos manzanas verdes.
-100 gramos de azúcar.
-50 gramos de manteca.
Cortar las Manzanas en rodajas y hacer un caramelo con el azúcar y la manteca. Caramelizar las manzanas, cocinándolas brevemente hasta que queden tiernas. Reservar.
Para el crumble de almendras:
-100 gramos de harina 0000.
-50 gramos de manteca fría.
-80 gramos de azúcar.
-70 gramos de almendras picadas.
Hacer un arenado con la manteca fría, azúcar y harina. Una vez listo, agregar las almendras picadas. Procesar un paquete de galletitas de vainilla y mezclar con dos cucharadas de manteca derretida. Poner dentro del molde y presionar con cuchara hasta formar la base. Cocinar dos minutos en horno. Volcar el mix de cheesecake y poner las manzanas esparcidas por todo el molde. Cocinar en horno a 140 grados hasta que los bordes estén firmes y el centro quede con movimiento. Volcar el crumble por encima y cocinar unos minutos más. Dejar enfriar dentro del horno. Reservar en heladera por 12 horas y desmoldar. Se puede acompañar con crema chantilly.
La provoleta es una versión del queso muy utilizada especialmente en asados (Freepik)
Provoleta, por La Chancha y los Veinte
Ingredientes
Para 2 porciones
-1 bloque de provoleta
-50 g de jamón cortado en tiras
-½ morrón cortado en tiras
-½ tomate, cortado en rodajas
-½ cebolla, cortada en rodajas
-Una cucharada de ron
Precalentar la parrilla y colocar el bloque de provoleta en el centro de una sartén. Distribuir uniformemente las tiras de jamón sobre la provoleta. Agregar las tiras de morrón, las rodajas de tomate y las rodajas de cebolla sobre el jamón y la provoleta. Para añadir un toque extra de sabor, rociar un poco de ron sobre los ingredientes.
Cocinar la provoleta y los ingredientes durante unos cinco o siete minutos, o hasta que el queso esté completamente derretido y burbujeante, y los ingredientes estén tiernos y ligeramente dorados. Una vez que esté cocida, retirar la provoleta del fuego y dejarla reposar unos minutos antes de servir.