La cerveza es una de las bebidas alcohólicas más antiguas y ampliamente consumidas en el mundo. Es una bebida fermentada que se obtiene principalmente a partir de cuatro ingredientes básicos: agua, malta de cebada (o en algunos casos otros cereales malteados), lúpulo y levadura.
El proceso de fabricación de la cerveza comienza con la malta de cebada, que es un cereal que ha sido germinado y luego secado. La malta es molida y mezclada con agua caliente en un proceso llamado maceración, donde los almidones de la malta se convierten en azúcares fermentables. Luego, el líquido resultante, conocido como mosto, se separa de los sólidos de la malta y se hierve.
La cerveza sin alcohol ha sido objeto de numerosos mitos y malentendidos a lo largo de los años. En este artículo, desmitificaremos algunos de los conceptos erróneos más comunes sobre esta popular bebida.
1. “No contiene alcohol en absoluto”
Es cierto que la cerveza sin alcohol contiene una cantidad muy baja de alcohol, generalmente menos del 0.5% en volumen. Aunque se le llama “sin alcohol”, no es completamente libre de esta sustancia. En comparación con las cervezas regulares, que suelen contener entre un 4% y un 6% de alcohol en volumen, la cerveza sin alcohol es significativamente menos alcohólica. Por lo tanto, su consumo es una opción más segura para aquellos que desean reducir su ingesta de alcohol.
2. “Es igual a tomar agua o refrescos”
Aunque la cerveza sin alcohol contiene menos alcohol que las cervezas regulares, aún conserva su sabor distintivo y se elabora con ingredientes similares a la cerveza tradicional. A diferencia del agua o los refrescos, esta bebida tiene un contenido calórico y algunos nutrientes. Si bien es una opción más baja en calorías y alcohol que la cerveza normal, no debe confundirse con bebidas no alcohólicas como el agua o los refrescos.
3. “Es solo para personas abstemias o en recuperación”
Es cierto que la cerveza sin alcohol ha sido una opción popular para personas que desean evitar el alcohol por razones personales, religiosas o de salud. Sin embargo, no se limita únicamente a aquellos que llevan un estilo de vida abstemio o están en proceso de recuperación. Esta refrescante opción también es adecuada para aquellos que simplemente buscan reducir su consumo de alcohol o aquellos que buscan una bebida de baja graduación para ocasiones sociales.
4. “No puede provocar intoxicación”
Si bien es poco probable que la cerveza sin alcohol provoque intoxicación con un consumo moderado, es importante recordar que contiene una pequeña cantidad de alcohol. Teóricamente, grandes volúmenes de consumo excesivo podrían generar ciertos efectos relacionados con el alcohol, especialmente en personas extremadamente sensibles. Por lo tanto, siempre se debe consumir con moderación y responsabilidad.
5. “Es solo para personas que conducen”
Aunque la cerveza sin alcohol es una opción popular para conductores designados y aquellos que prefieren no consumir alcohol, no está restringida solo a esta categoría. Cualquier persona que desee disfrutar de una bebida con bajo contenido de alcohol y calorías puede deleitarse con una cerveza sin alcohol en diversas ocasiones.