Los vestidos, en sus diferentes versiones, se convierten en la prenda favorita para lucir duranta la temporada estival. Son cómodos, sexies y perfectos para los días más calurosos. Con la llegada de los días con más altas temperaturas, hay que cambiar las diferentes prendas de vestir que tenemos en el guardarropa, para optar por prendas ligeras y por tejidos frescos como el lino o el algodón para que nos ayuden a combatir el calor.
En ese sentido, los vestidos son una de las prendas más cómodas para el verano. Se trata de una indumentaria no sólo adaptable a los diferentes estilos, sino que es válida para las más altas, bajitas, gorditas y delgadas. Hay un vestido de verano ideal para cada mujer.
Las tendencias de este año nos proponen tonos pasteles, estampados de flores y cortes asimétricos que dejan a la vista la dosis de piel justa. Escotes en la espalda, aberturas laterales… sólo se trata de encontrar los que mejor te sientan: del minivestido al vestido largo que roza el piso. Los vestidos de esta temporada se adornan con flecos , apliques de lentejuelas en cuerpos y mangas, hasta llegar a los detalles calados y los volantes, que brindan un aire dulce, chic y muy femenino.
El maxi vestido triunfa
A veces, más es menos. Desde luego, cuando se trata de la longitud de los vestidos de verano y, sobre todo, cuando hablamos de maxivestidos, cada centímetro cuenta. ¡Mientras más tela, mejor! Y quien siga pensando que estos vestidos se ponen sólo en la playa, se sorprenderán al saber que los grandes diseñadores lo han convertido en la prenda del verano 2017.
A diferencia de los vestidos de cóctel, de tubo o los minivestidos que llegan por debajo del trasero, o por encima de las rodillas, los maxivestidos llegan hasta los tobillos y hasta por debajo de ellos. La suavidad de las telas y la holgura de las faldas disimulan estupendamente zonas más conflictivas como la barriga y los muslos, que muchas queremos disimular. Los vestidos largos son unos grandes aliados de los “street style” de verano. Combinados con sandalias, lisos o con coloridos estampados.
La tendencia de este verano es atreverse a usar vestidos de todos los diseños, formas, aplicaciones, estilos, y con mucho color para que resaltes el look en todos los lugares y en cada ocasión.