Hay que estar plenamente seguros de hacerlo, de elegir bien el dibujo, el texto o la imagen de preferencia
Los tatuajes o “tattoos” nos acompañarán toda nuestra vida y, día tras día, estarán presentes en nosotros.
Hay tatuajes pequeños y sencillos, que recuerdan un momento especial, una fecha inolvidable, una persona entrañable, o los que adornan nuestra piel con una imagen que nos parece atractiva, dicen los tatuadores consultados.
Para su realización lo mejor es poder transmitir una idea realista, cubista, geométrica o abstracta al tatuador, quien aportará los conocimientos técnicos necesarios para poder llevar a cabo el trabajo. “Algunas tendencias entre los aficionados y los tatuadores, son los trabajos minimalistas, que gustan mucho, porque es una técnica sencilla consistente en un trabajo de línea negro, con poco o ningún detalle adicional”, indica a Efe un profesional del tatuaje.
Los más complicados
Sin embargo, los de color, de acuarelas -dicen- son de gran dificultad para los ejecutores; tienen como dato peculiar de su técnica, la ausencia del trabajo en línea, dando una ilusión óptica especial.
Y dentro de éstos, la técnica que se considera más complicada, es el tatuaje de puntos, o puntillistas, con técnica monocromática, elaborando las imágenes a base de un estampado de puntos.
Lo peor es cuando, después de 40 años, tenga que estirarse la piel para que se pueda reconocer el dibujo.
Los amantes de los tatuajes son de todas las edades, pero el público joven es el que más recurre a esta moda; una moda que puede responder, además, a una manera de vivir diferente.
Obras de arte que pueden cansarnos
Cuidado con los tatuajes con nombres de parejas con las que luego se termina una relación, nombres de equipos que luego desaparecen, etc.
Y ojo con los tatuajes que se realizan al final de la columna sobre la espalda, porque hay que evitar que coincidan con el lugar donde se pone la anestesia epidural.
Más allá de que parezca bonito o no, el esternón es uno de los lugares favoritos para ‘tattoos’. Entre las “celebrities” está adquiriendo relevancia en las redes sociales.
Los tatuajes se han puesto de moda desde hace unos años, pero como bien sabemos es algo que se queda grabado en nuestra piel durante toda nuestra vida y, si nos hacemos alguno, debe ser algo que nos represente o que tenga un significado para nosotros.
Los famosos tampoco resisten
Futbolistas, deportistas diversos, cantantes, actores, actrices…, todos ellos han contribuido, y mucho, a la difusión de esta tendencia, que en un principio parecía un poco marginal y ahora luce casi todo el mundo.
Algunos tienen uno o dos en todo su cuerpo, otros los cuentan por docenas, pero los hay que también han perdido la cuenta, como el futbolista Leonel Messi y otras estrellas del deporte.
Los tenemos de todo tipo: los animales de Cara Delevingne; la diosa egipcia de Rihanna; las runas vikingas de Elsa Pataky; las estrellas que luce Sienna Miller; las coordenadas del lugar de nacimiento de todos los hijos de Angelina Jolie; la puesta de sol de Scarlett Johansson; o frases en otros idiomas como la que lleva en su cuerpo la actriz, cantante y modelo, Hayden Panettiere.
Un poco de historia
Los tatuajes han estado presentes en múltiples culturas. El testimonio más antiguo del que tenemos constancia arqueológica es una momia egipcia sepultada hace 5000 años, pero es posible que esta tradición se remonte mucho antes.
Los tatuajes, sin embargo, no llegaron al mundo occidental tal como los conocemos hoy en día hasta hace unos 500 años, cuando los navegantes europeos descubrieron los tatuajes en sus viajes comerciales al océano Pacífico.
Las tribus inuit que habitaban regiones árticas de América del Norte, los vikingos en la costa norte de Europa, o los egipcios, tenían una tradición de tatuarse algún motivo para distinguirse, pero estas costumbres no se divulgaron por el resto del mundo y desaparecieron con ellos.
La rosa (con o sin nombres) solía tatuarse como recuerdo de alguien querido, amado, pero como las rosas, el amor puede tener sus espinas.
La famosa calavera, a pesar de su popularidad, no tiene un origen tan claro. Para algunos puede ser un recordatorio de haber superado una enfermedad o peligro, para otros puede ser el fin de una etapa o el recuerdo de algún difunto.
La golondrina era la favorita de los marineros europeos hacia 1700, ya que ellos realizaban, como estas aves, largos viajes regresando cada año a su lugar de nacimiento, al igual que los marineros regresan a salvo a puerto tras los viajes.