La historia clínica para detectar este trastorno neurológico se basa en los síntomas del paciente, evaluación física, pruebas de laboratorios y complementarias
Este trastorno autoinmunitario puede confundirse con botulismo (intoxicación producida por la ingestión de alimentos envasados que están en malas condiciones, en especial embutidos y conservas), intoxicación por metales pesados, lesión de la médula espinal, esclerosis múltiple, y enfermedades neuromusculares como la miastenia gravis, entre otros, por lo que requiere un estudio minucioso para su diagnóstico, explica el neurólogo internista Elvin Cruz Lora, del Centro Médico Moderno.
El síndrome de Guillain-Barré es la principal causa de debilidad muscular asociada en la mayoría de los casos a una infección bacteriana o viral, dice Cruz Lora.
“No se ha determinado aún porque este trastorno afecta a un grupo de personas y a otros no. Lo que es certero es que el sistema inmunológico es activado por alguna razón y comienza a reconocer partes de los nervios periféricos como extraños por lo que los ataca, provocando un enlentecimiento de la velocidad de conducción de las señales nerviosas”, comenta el galeno, asimismo, añade que esto provoca debilidad de los músculos y cambios bruscos en el ritmo cardíaco y la presión arterial.
Síntomas
“Muchos pacientes describen un cuadro de infección viral como respiratoria o gastrointestinal, días previo al inicio de los síntomas”, dice Cruz Lora.
El neurólogo destaca que los primeros indicios del trastorno comienza con la sensación de entumecimiento y hormigueo en las piernas, seguido de debilidad muscular progresiva desde los pies, subiendo a brazos, extendiéndose por un plazo de hasta dos semanas, y pudiendo provocar parálisis de los músculos respiratorios. En este caso, el paciente necesitará un ventilador mecánico. El paciente también puede presentar dificultad para tragar y experimentar visión doble.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el trastorno produce parálisis en los brazos o los músculos faciales. En el 20 a 30 por ciento de los casos se ven afectados los músculos torácicos, con lo que se dificulta la respiración.
En los casos graves pueden verse afectadas el habla y la deglución, los que se consideran potencialmente mortales y deben tratarse en unidades de cuidados intensivos.
La mayoría de los pacientes afectados por la enfermedad se recuperan totalmente, aunque algunos siguen presentando debilidad.
Incluso, en los entornos más favorables, del 3 % a 5 % de los pacientes con el síndrome mueren por complicaciones como la parálisis de los músculos respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro cardíaco.
Diagnóstico y tratamiento
Cruz Lora señala que la evaluación médica parte desde la información que ofrece el paciente, y luego se realiza un examen neurológico para detectar alguna debilidad muscular ascendente con pérdida de los reflejos.
“Incluso se hacen otros procedimientos médicos como la realización de una punción lumbar, que consiste en una recolección de líquido cefalorraquídeo, para analizarlo, con el fin de detectar o descartar la enfermedad. También se debe someter al paciente a pruebas de conducción nerviosa para verificar si existe alguna destrucción de los nervios”.
El paciente con sospecha de síndrome de Guillain Barre amerita la evaluación y seguimiento cercano por parte de un neurólogo, en un centro de atención que cuente con unidad de cuidados intensivos, asegura el galeno.
Aunque no existen métodos preventivos contra la enfermedad, el doctor señala que hay terapias que ayudan a reducir la gravedad y acelerar la recuperación del paciente.
“Para su tratamiento se utiliza inmunoglobulina humana en altas dosis o Plasmaféresis, además del soporte necesario en caso de requerir el uso del ventilador mecánico y control de las complicaciones asociadas”, detalla Cruz Lora.
Soporte
Quienes son diagnosticados con la enfermedad, para su cuidado, necesitan un equipo multidisciplinar, entre los que se encuentran: neurólogos, intensivistas, fisiatras, nutriólogos, psicólogos y neumólogos.