Una maestra reiki, experta en lectura de registros akáshicos, indica que existe una forma de guiar a las personas
a encontrar respuestas a inquietudes de su existencia
En un día casual descubrí una maestra reiki que me ha orientado sobre un tema de energías vibracionales aportando conocimientos que antes no había tenido la oportunidad de leer o estudiar.
Esther Ángeles Siri, coach del alma, tiene ya casi una década estudiando métodos alternativos que mejoran el interior de la persona utilizando como base el yoga, las meditaciones, etc.
Luego de explorar diferentes áreas de la meditación, Siri emprendió un aprendizaje sobre los archivos del alma a través de la lectura de los registros akáshicos, terapia alternativa que aporta a la evolución espiritual. Indago a la guía sobre la definición de estos registros y me indica que se trata de memorias de naturaleza etérea de todas las manifestaciones del universo, es decir de cada forma de vida, no solo la humana. Se encuentran en un espacio multidimensional donde se archivan todas las experiencias del alma, incluyendo los conocimientos y las experiencias de las vidas pasadas, presente y las potencialidades futuras.
“A lo largo de la historia de culturas como la egipcia y la maya han accedido a los archivos del alma o registros akáshicos.
Encontramos su aparición en la Biblia como el “Libro de la vida” donde se escriben todas las acciones buenas y malas de los hombres. Más cercanos llegan a nosotros desde la tradición hindú desligados de cualquier dogma religioso”, explicó.
En ese momento me interesa saber acerca del tipo de beneficio que recibe el alma cuando se trabaja en ese aspecto, a lo cual me responde que se recibe la luz del canal propio de la persona, se puede tener un acercamiento profundo de quién es, encontrar la misión de vida y propósito, observar aspectos para mejorar y trascender.
La maestra reiki indica que para descubrir los registros personales se acude a sesiones, de aproximadamente una hora, coordinadas previamente con el guía. Es en esas conversaciones se puede acceder a ellos para conocer la raíz emocional de cualquier tipo de situación presente o pasada que aún no esté sanada, sea económica, de salud, kármica, relaciones familiares o amorosas, etc.
“Una sesión para abrir los registros akáshicos de la persona inicia realizando una pregunta al ser superior o alma de la persona que nos transmite mensajes respondiendo; es un momento de calma y relajación de inicio a fin. En el proceso pueden surgir imágenes de nuestra vida actual o surgir escenas de nuestras vidas pasadas”, explicó Siri.
Para la preparación, antes de acudir a la terapia del alma, la maestra envía dos meditaciones previas y ejemplos de varios temas que se pueden tratar. La persona se orienta y elige los que cree más apropiados a su vida; luego el guía recibe las preguntas previamente elaboradas que responden al orden del tema y que permiten avanzar de forma fluida.
Casi siempre, según Siri, las preguntas se contestan sin que la persona las haya transmitido al facilitador, ya que su alma sabe que tiene esa inquietud. El seguimiento de esta terapia de conversación profunda es de 21 días.
Cuando se accede a este encuentro, la persona conecta con su divinidad, experimenta una sensación de paz y amor que invade su cuerpo; detecta la certeza donde había incertidumbre, recibe alivio y liberación de carga kármica acumulada.
Respecto a cómo ayuda la meditación y el respirar adecuadamente para encontrar este camino, Siri indicó que “fue de esa manera que tuve mis primeros contactos con mis propios registros akáshicos. Tras años de meditación, llegaron a mí recuerdos de vidas anteriores y entendí muchas de las inquietudes que nacieron en mi infancia, por ejemplo, por qué rechazaba mi propio nombre, por qué deseaba tener otro tono de piel, hasta el punto de quemarme soleándome, porque todavía resonaba bastante con una encarnación pasada”.
Finalmente, le pregunto sobre los temas que más le interesan a las personas conversar con su guía del alma y manifiesta que suelen ser propósito o misión de sus vidas, como ayudar a sus hijos o mejorar su relación de pareja.