Marisol es ejemplo en el desarrollo operacional de la mujer en minería

Marisol Mackenzie es la primera que logra ser autorizada para operar una maquinaria compleja que sólo era manipulada por hombres Marisol Mackenzie nunca fue conformista, más bien perseverante. Así lo demostró en una conversación con elCaribe en la que contó su historia de superación que comienza en el 2010 cuando ofrecía servicios de conserje en […]

Marisol Mackenzie es la primera que logra ser autorizada para operar una maquinaria compleja que sólo era manipulada por hombres

Marisol Mackenzie nunca fue conformista, más bien perseverante. Así lo demostró en una conversación con elCaribe en la que contó su historia de superación que comienza en el 2010 cuando ofrecía servicios de conserje en Barrick Pueblo Viejo. Esa jornada de limpieza la hacía a través de una compañía privada para la que trabajaba.

“Sabía que no era lo mío, que podía dar más. Veía los camiones y me decía: yo tengo que montarme en uno de esos, pero todavía no era el tiempo de Dios”.

Marisol Mackenzie

A Marisol, el amor por la maquinaria le corre por las venas

Desde pequeña se crió en el mundo de los talleres de automóviles y motores gracias a sus hermanos, por lo que su amor por la maquinaria le corría por las venas. Era paciente y mostraba su interés por aprender, características que la llevaron a obtener una oportunidad tan esperada.

El 2016 se convirtió en un gran año para Marisol: fue cuando escuchó la propuesta de manejar camiones para cargar los materiales de donde se extrae el oro en la mina.

“Cuando entré a la empresa no sabía nada, ni manejar; pero gracias a ellos he aprendido todo”, señaló la colaboradora del área de Operaciones Mina en Barrick Pueblo Viejo, cuya función principal es operar equipos pesados, usualmente retroexcavadoras y camiones mineros.

Todos los esfuerzos y dedicación de Marisol, que es oriunda de la provincia Sánchez Ramírez, la hicieron ostentar el título de la primera mujer autorizada para operar la retroexcavadora Hitachi 3600, equipo de carga más grande que hay en Pueblo Viejo y que hasta la fecha había sido operada solo por hombres. Esto representa un nuevo hito en el desarrollo operacional de la mujer en minería.

“Mi mayor reto fue cuando entré a manejar la retroexcavadora, porque era la primera mujer. En el país no es común escuchar que mujeres trabajan con equipos pesados como excavadoras”, expresó Marisol.

Operadora de equipos pesados de Barrick Pueblo Viejo

Antes de manejar cualquier equipo ha recibido un entrenamiento de entre tres y seis meses. “Te entrenan para ver si tienes la capacidad y la fuerza de hacer el trabajo; los entrenadores siempre te están apoyando”, destacó.

Su día a día

Su día comienza a las 4:30 de la mañana; hace el desayuno y prepara sus indumentarias para comenzar su jornada laboral.

“Es difícil levantarse a esa hora y regresar a casa las 7:15 de la noche, pero eso es lo que me da la voluntad de seguir adelante junto a mi familia, porque quiero que ellos siempre sepan que los compromisos que tienes con una empresa es lo que te motiva a levantarte para echar para adelante a tu familia”, explicó Marisol, que tiene tres hijos.

Un cambio de 180 grados

Para ella esto ha representado un cambio de 180 grados. “Antes, mi comunidad no veía en mí esa parte de perseverancia. Después que comencé a laborar en la empresa y vieron que sí, que tenía todas las habilidades y características para salir adelante como madre soltera de tres hijos, me admiran”, puntualizó.



Marisol se siente orgullosa de sí misma, porque ella es la inspiración para que otras mujeres puedan crecer. “Me siento una motivación para que ellas puedan decir: yo también puedo”. Siempre les exhorto a las mujeres a que no teman, porque nosotras no tenemos barreras, si en nuestra mente y en nuestro corazón tenemos la fuerza de hacerlo; no hay trabajo que nosotras las mujeres no podamos realizar, es solamente tener la dedicación y el deseo de salir adelante”, concluyó.

Compañeros que la motivan cada día

Cada día, Marisol le da gracias a Dios porque se lleva bien con sus compañeros, incluso, ellos desde un principio la impulsaban y le daban fuerzas. “Ellos me decían, ¡No te rindas! Siempre me apoyaron”. En cuanto a las oportunidades, destacó que si no muestras que quieres aprender más, no te van a tomar en cuenta. “Debes tener el deseo de seguir emprendiendo, porque llevo ocho años en Barrick Pueblo Viejo y mira hasta dónde he llegado”, puntualizó.

Participación
Datos actualizados de la participación de la mujer en Pueblo Viejo:

  • Cantidad de mujeres que trabajan en la operación: 742
  • Porcentaje de participación: 29 %
  • 19 % de las mujeres ocupan posiciones de liderazgo
  • 13 % de las mujeres de Pueblo Viejo están en posiciones vinculadas a las ciencias.

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