Todo lo que hay que tener en cuenta para darle una vida confortable y saludable. Tres especialistas explicaron a Infobae las claves para cuidar a nuestros compañeros caninos
Vivimos con ellos y son parte de nuestro día a día, por eso es importante atender a ciertos cuidados que serán necesarios durante toda su vida y que, además, les evitará problemas.
Tres especialistas explican a Infobae las claves para cuidar a nuestros compañeros caninos.
1-No subestimar la desparasitación
Las veterinarias Alicia Piorno (M.P559) y Graciela Carbajo (M.P472) coinciden en que desparasitar a los animales es un tema crucial para la salud de los animales y de las personas.
“Existen enfermedades parasitarias como la hidatidosis, endémica de varias zonas del país, que se transmiten del animal al ser humano. Las personas infestadas sufren de quistes en los pulmones o el hígado que pueden provocar náuseas, tos crónica y hasta dolor en el pecho y el vientre”, aseguran.
Estas enfermedades se transmiten “en algunas zonas” cuando las personas les dan de comer a sus perros vísceras crudas de vaca, oveja o cerdo. “Esto es muy peligroso porque las vísceras pueden alojar a los parásitos que ocasionan esta enfermedad”, explica Carbajo.
Además, sostiene que el contagio puede darse a través del contacto estrecho o por las heces de los animales que pueden contaminar el agua, las verduras y hasta a otros animales.
Por eso, las especialistas insisten en acciones simples de prevención: informarse para conocer los posibles focos de contagio; desparasitar a nuestros animales: la frecuencia depende de la zona del país donde nos encontremos, por eso es muy importante consultarlo con nuestro veterinario.
2- Los límites son necesarios para darles seguridad
“Para un perro, la familia que integra es su jauría y en una jauría existen jerarquías”, explica Carbajo y continúa: “Si las personas no toman su liderazgo, es posible que el animal ocupe ese lugar. Cuando decidimos sumar un animal a la familia, es importante hablar entre todos de lo que está permitido y lo que no, y mantener esos acuerdos desde el primer momento”.
Los límites son necesarios para que ellos vivan en un ambiente seguro. “Un perro seguro es un perro feliz. En cambio, un ambiente sin límites le genera una inseguridad: el perro aúlla, salta y hasta muerde”, advierte Piorno.
Además, las profesionales coinciden en que “es muy triste ir de visita a una casa y ver al perro alejado en un rincón por su mala conducta”.
3-El momento de jugar
“La falta de juego y de paseos provoca la mayoría de los problemas de conducta en los perros”, asegura el instructor canino Juan Pablo Mastrángelo.
Ambas actividades son fundamentales para el desarrollo integral de nuestro animal y muchas veces, no se les da la importancia que merecen.
“Los perros descienden de los lobos y de allí proviene su necesidad imperiosa de cazar”, explica Mastrángelo y amplía. “Tenemos en casa un cazador que no caza”, por eso una manera de canalizar ese instinto es a través del juego consciente.
“La persecución es una conducta típica de caza. Entonces, si atamos una pelota a un palo y hacemos que el perro la persiga, la pelota reemplaza a la presa y dejamos que el animal canalice su instinto hacia ese juguete”, asegura”.
De esta manera, el perro se desarrolla en equilibrio con sus instintos.
4. Salir de paseo
Salir de paseo representa para el perro una actividad fuera de lo habitual: se encuentra con otros perros, con personas, se distrae y sociabiliza.
“El paseo fortalece el vínculo con nuestro perro”, enfatiza el entrenador y asegura que si no lo hace “cualquier cosa que pase en el ambiente es una gota que rebalsa el vaso y los desequilibra: se exacerban cuando saludan o son poco obedientes”.
Cuando el perro pasea ejercita un aspecto muy importante de su instinto cazador: el olfato. “Para ellos este sentido es como la vista para nosotros”, sostiene Mastrángelo y recomienda dejarlos que olfateen lo que necesiten y no sacarlos bruscamente.
“Es como si estuvieras leyendo una conversación de Whatsapp y de repente, te sacan el celular de las manos”, explica.
5- No humanizar la alimentación de nuestro perro
Parece que este tema aún no está muy claro. “Los perros no pueden llevar la misma dieta que lleva un ser humano. La nutrición para ellos es diferente y no hay que humanizarlos en este sentido”, explica la veterinaria Carbajo.
“Nuestro perro puede estar alimentado en su familia decida: alimento balanceado o casero, ambos son una buena opción”, agrega Piorno.
Al respecto, la médica añade: “La comida casera no es solamente carne, arroz o polenta. Muchas veces, la gente no tiene el tiempo necesario para prepararle comida y terminan comiendo polenta en su plato y eso no es sano para nuestro compañero”.
6- Tratar al perro como un perro
Este punto puede ser uno de los más complejos sobre todo porque actualmente nuestros animales están ocupando el lugar completo de una familia.
“Los perros son maravillosamente perros”, enfatiza Piorno y explica que tratarlos con criterios humanos no es sano para ellos. “Los perros no piensan como nosotros y no eligen en base a nuestros criterios. Ellos son más simples”.
Por eso, asegura la médica que “humanizarlos es pensar que hace cosas por venganza o a propósito y esas actitudes son humanas, no caninas”, explica.
Sin embargo, hay otros motivos por los que los perros hacen lío: pueden estar aburridos o sentirse inseguros. “A veces prefieren una corrección de nuestra parte antes que la indiferencia”, dice Piorno.
Luego de una relación de miles de años, domesticación mediante, aún es necesario conocer a nuestros animales e intentar entender su lenguaje para fortalecer este vínculo genuino de amor y respeto.