Un nuevo estudio detectó que los consumidores de tabaco tienen niveles más bajos de una proteína protectora. Las claves de la investigación que será presentada en un congreso médico de EEUU.
Se sabe que el tabaco es perjudicial para la salud. Pero cada vez se encuentran más detalles del daño. Los fumadores de productos con tabaco -en cualquiera de sus formas- tienen menos probabilidades de sobrevivir a un infarto que las personas no fumadoras. Así lo reveló un estudio con nuevos datos recopilados por investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Irbid, en Jordania.
Se descubrió que los niveles de Alfa-1 Antitripsina (A1AT) -una proteína del hígado que protege los tejidos del organismo- en los fumadores eran “significativamente menores” que en los no fumadores, según el estudio. Sin embargo, no se detectaron diferencias en los individuos hipertensos y no hipertensos. Los investigadores presentarán sus hallazgos en la reunión anual de la Sociedad Estadounidense de Fisiología, en la edición 2022 de Experimental Biology, en Filadelfia.
Según la División de Prevención de Enfermedades Cardíacas y Accidentes Cerebrovasculares del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, cada año se producen aproximadamente 1,5 millones de ataques cardíacos y ataques cerebrovasculares. Se cree que la proteína del hígado A1AT podría ofrecer protección al tejido cardíaco cuando se libera durante un infarto.
“Es interesante el estudio. Quizá necesita ser profundizado el tema de las proteínas para encontrar otras líneas de tratamiento. También este trabajo advierte como otros estudios anteriores que el consumo del tabaco, en todas sus formas, afecta negativamente a las arterias del corazón, y aumentan el riesgo de tener infartos, insuficiencia cardíaca, más riesgos de complicaciones y muertes súbitas”, dijo a Infobae la médica especializada en tabaquismo Sandra Galarza, del Hospital Álvarez y coordinadora del Programa de Control del Tabaquismo de la Ciudad de Buenos Aires.
“El objetivo de este estudio era comparar los niveles plasmáticos de A1AT liberados en fumadores y no fumadores, y entre individuos hipertensos y no hipertensos después de un ataque”, contó el doctor Said Khatib, coautor del estudio.
El estudio en seres humanos se llevó a cabo en 29 hombres y 11 mujeres adultos al tomarle muestras de sangre extraídas al cabo de una, cuatro, 24, 48 y 96 horas del diagnóstico de un infarto. Los participantes se dividieron en cuatro grupos de fumadores y no fumadores, e hipertensos y no hipertensos. Los investigadores creen que el mantenimiento de unos niveles adecuados de A1AT en los fumadores durante un infarto mejorará sus posibilidades de supervivencia.
Los productos del tabaco contienen nicotina, una sustancia que es sumamente adictiva. Consumir esos productos es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes. Cada año se registran más de 8 millones de muertes relacionadas con el consumo de tabaco, según la Organización Mundial de la Salud.