Tras perder su empleo, Lesley Gómez levantó Casasnovas Eventos, un legado familiar dedicado a la decoración
“Familia que reza unida, permanece unida”, adagio que hace honor al legado de los Gómez Casasnovas.
Transcurría el 2020, cuando Lesley Gómez Casasnovas perdió su empleo. Fue un golpe muy fuerte económicamente para una familia humilde y más en medio de la crisis que representó en todos los aspectos la pandemia de la Covid-19.
“La mente es poderosa y el creer que no estás acabado, que solo es un bache, es el mejor ancla para salir del problema. Nunca lo vi como un fin, salí por esa puerta con mi carta de despido en la mano y con una sonrisa, porque fue un triunfo, gané, me dieron la oportunidad de trabajar apenas con 17, con mi pasantía, y con 18 años ya de manera formal”, expresó Gómez.
A raíz de esa situación, la joven emprendedora se puso creativa y fundó lo que es hoy Casasnovas Eventos. Un equipo de trabajo que se encarga de preparar sets de decoraciones temáticos según la ocasión y el gusto de sus clientes, sea para fiestas de cumpleaños, graduaciones, bodas, la llegada de un nuevo miembro de la familia, comuniones, bautizos, en fin, buscando crear recuerdos para toda una vida.
Lesley Gómez Casasnovas, CEO de la empresa, afirma que es su historia más bonita, sobre todo porque su equipo está conformado por su madre Margarita, su padre Domingo, su hermana Melody y sus primos Keisy, Mery Yerling y Derling.
La creatividad es parte del día a día de estos emprendedores, a diario viven generando ideas y herramientas para la comodidad de todos sus usuarios.
Pero, no todo fue color de rosa
No todo fue color de rosa para Casasnovas Eventos. Lo que impulsó el negocio fue una clienta que invitó a colaborar al equipo de Lesley con una decoradora para su fiesta de cumpleaños, y junto a su mamá se pasaron toda una noche creando un cartel y unos detalles bellísimos, todos hechos a mano.
“Al momento de llevar todo lo que habíamos creado, esta decoradora menospreció nuestro trabajo, y nos advirtió que si queríamos tomar fotos, que las tomáramos en ese momento, porque cuando ella tuviera todo listo, el montaje era de su autoría y ya no nos sería posible”, compartió Lesley.
El accionar de la decoradora les hizo pensar que poseen talento, y es de allí que surge la idea de solicitar un préstamo para la compra de sus mobiliarios. Lo que comenzó con unos cilindros de cartón y ropero para tubos que utilizaban como mampara y mobiliarios con sus primeros clientes quedó como inspiración de esos días. Ahora la empresa posee sus propios materiales, mobiliarios, almacén, transporte, entre otros.
“El mercado de decoraciones opera basado en el presupuesto del cliente a través de cotizaciones y eso definitivamente representa una debilidad. De manera que fortalecimos esa metodología creando estrategias de ventas que nos permitieran tener paquetes con precios establecidos por vía de un catálogo digital. También se les da libertad a los usuarios de enviar nuevas propuestas, sugerencias e ideas para trabajarlas”, manifestó.
La preparación de sets es ahora el rubro más importante que la empresa ofrece a los clientes. Este proceso les ha tomado una construcción de cinco años.
Aparte de la creación de estos sets, “logramos la capacidad de tomar varios eventos por día, lo que permite más espacios disponibles para los clientes, y por otro lado el monto mínimo para reservación, que ya no se trata del 50 % sino de otros montos con más comodidad”.
Un set de eventos consiste en un juego de mamparas, ya sea redondas, rectangulares y ovaladas, cilindros, globos orgánicos, elevadores para dulces, mesas auxiliares, alfombras, stand para cajitas, personajes de PVC, elementos decorativos de acuerdo con la temática y personalización si es solicitada por el cliente.
El montaje puede tardar de 40 minutos a 1 hora mínimo y eso depende de la envergadura del evento. Los temas más solicitados son infantiles, tenemos una gran demanda de padres prestos a celebrarles los cumpleaños a sus hijos.
Por último le pregunté a Lesley cómo se proyectaba en el futuro, si siendo maestra o coach en esa área. Me respondió: “¿Para qué son los dones, sino para compartirlos? Jamás estaré cerrada a compartir lo que por gracia he recibido y aprendido en este tiempo, pero siento que en este campo no se termina de crecer, de aprender, me consideraré una eterna un alumna, dispuesta a compartir lo que sabe, y en disposición de recibir”.