Sinthia y Sandy buscan aportar a la sociedad con un espacio para que los más pequeños se diviertan en valores con Ideare
Ideare es el proyecto de ensueño de una pareja de esposos que buscaba crear un espacio donde los niños puedan ser libres, jugar, divertirse, pero principalmente, crecer en valores.
Sinthia López y Sandy Bidó dedicaron los últimos cuatro años a idear y desarrollar la idea de crear un espacio que cubriera la necesidad que tenían los niños de la zona de la Independencia, de tener un lugar donde pueden disfrutar con plenitud de su niñez.
“Ideare es un parque infantil, ‘play ground’ o zona de juegos. Un proyecto que hemos ideado hace más de 4 años, debido a la necesidad que había en esta zona de tener un espacio donde los niños puedan recrearse y jugar”, explica Sinthia, quien tiene más de 20 años trabajando con niños.
Sinthia es la mente creativa, la que le da color a las cosas, la que ambienta el espacio de los juegos y las actividades. Sandy, quien es ingeniero de profesión, funciona en la parte de mantenimiento y diseño.
Ideare logra que los padres depositen la confianza de llevar a sus pequeños, gracias a que el lugar da la sensación de un hogar, puesto a que sus principales colaboradores son una familia, conformada por la pareja de esposos y su hija Juliette.
“Creo que ha sido fundamental el hecho de que estemos como familia, porque la hija de nosotros que se llama Juliette tiene tres años y también trabaja aquí. Ella es la encargada de probar las atracciones y de incentivar a los niños a jugar con ella; así como enseñarles cómo jugar y cuidar los juguetes y también es la que los recoge cuando terminamos la jornada. Creo que los padres ven que nosotros como familia estamos trabajando y que le brindamos una asistencia muy personalizada, eso ha sido fundamental”, explica Sinthia.
Otras inquietudes que tienen la pareja es aportar a los problemas reales de la sociedad y brindar un espacio para que los niños se diviertan de manera integral y basada en valores.
“Queremos educar en valores en esta sociedad en la que ahora mismo los adultos están pendientes a otra cosa. Los padres están pendientes a buscar dinero o simplemente a gozar su vida. Algo también es que adolescentes están teniendo niños y esos niños los están criando los abuelos que no pueden con ellos, entonces hay una disfunción a nivel familiar y en eso es lo que hay que enfocarse”, explica Sinthia.
En el espacio también tienen una regla de “0 pantallas”, para que los niños se diviertan desarrollando la estimulación temprana, con juegos sensoriales y educativos, bloques y números. “Aquí no ha venido un solo niño que se siente con el celular. No ha pasado porque tampoco lo vamos a implementar; eso de poner juegos electrónicos, nosotros no lo queremos porque ya ellos lo tienen en la casa y ahora mismo eso es un problema pasar tanto tiempo en la pantalla”.
Lo que hace que los niños se sientan como pez en el agua es que no hay límites, de con qué jugar y con qué no. Es un lugar seguro con las precauciones de lugar, y por eso se ha convertido el favorito de quienes lo han visitado.
“Aquí no tienen inconvenientes de jugar solos, inclusive, hasta los más pequeños. Los padres se sientan y ellos tienen la libertad de jugar solos, subirse en la piscina de pelotas y hacer lo que más les gusta a los niños cuando están en esa edad: poner mano”.
De igual modo, han implementado días de actividades para fechas festivas como el carnaval y San Valentín, donde niños también han creado manualidades.