Cada vez más los hombres quieren lucir mejor y admiten, sin sonrojarse, que usan sus propias cremas, que se tiñen el pelo, que se hacen manicura y pedicura y que tienen un presupuesto destinado para su cuidado personal.La imagen de aquel hombre fornido que salvaba a la dama en problemas y que mientras más varonil era más sexy resultaba para las mujeres, ha ido cambiando con el tiempo para dar paso a un individuo más cuidadoso de su imagen, que viste bien y que se preocupa e invierte en cosas que, hasta hace poco, sólo eran reservadas para las mujeres.
Y es que el hombre actual cuida su físico y se preocupa por su aspecto, además de mantenerse en forma entrenando o practicando deportes, llevando una alimentación balanceada y recurriendo a diversos cosméticos para mantener en buen estado su piel.
No se trata de metrosexuales, modelos, actores de Hollywood o estrellas del deporte, sino más bien de hombres comunes y corrientes, profesionales, estudiantes, padres de familia u oficinistas que desde hace un tiempo se han hecho asiduos a los centros de estética para cuidar más su imagen corporal.
Para la esteticista facial masculina Kirshe Piñeiro, la medicina estética se asocia más a mujeres que a hombres, lo que se puede atribuir “a un factor cultural o a estereotipos que nosotros mismos hemos creado”.
“La medicina estética desde hace tiempo dejó de ser algo exclusivo para mujeres, ya que la apariencia es, sin duda alguna, nuestra tarjeta de presentación”, dijo la especialista.
Hoy día, el cuidado del hombre se ha extendido a todas las edades. Para los menores de 30 años cuidarse es algo natural y propio de su generación, los mayores de 45 siguen manteniendo algunos prejuicios. Entre los 25 y los 45 años los hombres buscan cuidarse la piel para prevenir arrugas, la caída del cabello y sentir su piel hidratada. Entre los 45 y los 65 son más visibles los signos de la edad, por eso usan cremas antiarrugas, para el contorno de ojos, lociones para regenerar el cabello y tintes para ocultar las canas. Sin embargo, hay un denominador común a todos los hombres, que se preocupan por el aspecto de su rostro y de su cuerpo para sentirse mejor, por fuera y por dentro.
Piñeiro explica que dentro de los procedimientos más demandados actualmente por los masculinos se pueden citar las terapias regenerativas capilares, faciales, láser para rejuvenecer la piel, la mesoterapia corporal, que ayuda a disminuir la grasa, así como los rellenos faciales y el uso de toxina botulínica. Incluso muchos se preocupan por alisar su cabello y otros por depilar sus cejas y otras partes del cuerpo.
Comenta que cada uno de estos procedimientos se realiza de acuerdo a las necesidades de cada individuo y tomando en cuenta las expectativas, edad y estilo de vida del paciente, y teniendo como prioridad preservar la naturalidad de las expresiones. “El hombre prefiere tratamientos cómodos, de aplicación rápida y de texturas fluidas y ligeras, que no dejen rastros grasos sobre la piel, y con fragancias frescas y discretas. Se fija más en los productos obtenidos de alta investigación en fórmulas e ingredientes, y son muy fieles a un mismo producto. Valoran las aplicaciones tecnológicas; ya hay firmas que ofrecen un análisis personalizado de la piel masculina a través de una webcam, que incluso les muestran las líneas de expresión y las arrugas que aún no son visibles”, comentó la experta.
Invierten casi igual que la mujer en su cuidado
El hombre, al igual que la mujer, asiste a la peluquería una vez por semana a lavarse el cabello o para retocarse el corte. Muchos se depilan las axilas y el pecho, se tiñen el pelo, e incluso usan líneas de producto exclusivas, según las necesidades del su cabello. Además, se realizan manicura y pedicura y se dan masajes relajantes. El varón actual es más abierto, admite el uso de productos cosméticos y no cree que por ello se le considere menos masculino.