La Fundación Manos Arrugadas exhorta a los dominicanos a crear conciencia sobre el abuso y maltrato en la vejez, y a eliminar cualquier forma de violencia en contra de las personas adultas mayores.Gianni Paulino, presidenta de la institución, dijo que el maltrato es «un acto único o repetido que causa daño o sufrimiento a una persona de edad avanzada. Explicó que el maltrato en las personas longevas puede manifestarse de diferentes niveles, como son: físico, psíquico o emocional, económico y sexual, y que puede ser ejercido por familiares o personas extrañas.
“Se identifica maltrato a las personas adultas mayores cuando se les niega sus medicinas, comida o aseo; cuando se les humilla o se burlan de ellos, cuando se apropian de sus bienes, roban su dinero, niegan casa o albergue, se les recluye sin su consentimiento, no se les atiende o visita, se acusa de brujas o se les insulta, entre otras formas que deben enmarcarse en el contexto cultural y familiar”, dijo Paulino.
De acuerdo al Censo Nacional de Población y Vivienda 2010, suman 855,663 las personas adultas mayores en el país, representando el 9% de la población general. De ese porcentaje, el 51.4 % corresponde al sexo femenino y 48.6% al sexo masculino, lo que se correlaciona con la esperanza de vida mostrada por las mujeres; 74.5 años frente a 69.8 años de los hombres, que relacionado con los países de América Latina y el Caribe, nos indica que los adultos mayores dominicanos viven menos años que sus congéneres (Hombres: 69.8 años vs. 71.8 años. Mujeres: 74.5 años vs 78.0 años).
La población mundial de las personas de 60 años o más se triplicará en todo el mundo, de 542 millones en 1995 a alrededor de 1.200 millones en 2025. En la República Dominicana las proyecciones de población indican que un 12.5% de la población nacional serán adultos mayores y para el 2050 aumentará a 21.4%. Se estima que entre el 4% y el 6% de las personas mayores de todo el mundo han sufrido alguna forma de abuso y maltrato, y se proyecta que aumentará en proporción a la población que envejece, si no hacemos conciencia sobre ello.
“Me parece deleznable, abusivo e intolerable que dañemos con nuestro accionar a nuestros progenitores o a otras personas longevas, ya que es una etapa de la vida en la que somos vulnerables, perdemos capacidades físicas, síquicas, económicas y no podemos defendernos”, apuntó la presidenta de la Fundación Manos Arrugadas, quien defiende desde el año 2006 a esta población desprotegida y fomenta una vejez en bienestar humano.