Ya sea por cuestión de edad o por problemas con sus órganos reproductivos, muchas mujeres tienen la necesidad de buscar ayuda médica para embarazarse
La mayoría de las mujeres sienten el deseo de convertirse en madre; sin embargo, para muchas, conseguir quedar embarazadas no siempre es una tarea fácil. Algunas creen que pueden concebir en la primera relación sexual, y si no lo consiguen empiezan a buscar información que normalmente resulta incorrecta o falsa. Se enfrentan a un “montón” de dudas, tabúes y falsos mitos, lo que les provoca ansiedad.
Lo primero que hay que aclarar es que, actualmente, la infertilidad es un problema más frecuente de lo que se cree, y en ello influye, en gran medida, que la mujer haya ido postergando su maternidad a mayor edad, con lo que la capacidad reproductiva disminuye. Esto se complica, si se toma en cuenta el sedentarismo de la vida moderna, el consumo de alcohol, y tabaco y una mala alimentación, lo que afecta a la reproducción.
Así como varían las razones de la infertilidad, también varían las soluciones. Cuando una pareja busca reproducción asistida en una clínica, el doctor puede recomendar varias opciones después de analizar cuidadosamente las causas.
Además, un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), relacionado con la fertilidad, encontró que de cada 10 embriones generados espontáneamente, no más de 2 o 3 sobreviven a la selección natural, dando paso a una vida. Los restantes 7 a 8 embriones mueren en el proceso, incluso sin que lo sepa la madre.
Asimismo, se dice que cerca del 50 por ciento de las parejas presenta alguna complicación para embarazarse, y dentro de ese grupo, del 10 al 15 por ciento podría requerir de procedimientos más complejos, como los diferentes métodos de reproducción asistida.
En ese sentido, el ginecólogo Carlos Regalado, especialista en reproducción humana, del Centro de Cirugía Plástica y Especialidades Santo Domingo (Cecip), explica que cuando hay problemas para concebir y existe el fuerte deseo de ser padres, el compromiso de la pareja es clave, ya que deben someterse a estudios y tratamientos rigurosos. Es estos casos, cada método y tratamiento está indicado para el tipo de infertilidad. Además, manifiesta que existen procedimientos de alta y baja complejidad para poder lograr un embarazo.
“Las técnicas de baja complejidad incluyen las relaciones sexuales asistidas o guiadas por un especialista. También forma parte de estas la falta de ovulación, pero son problemas que se pueden tratar fácilmente; no obstante, cuando la mujer presenta alteraciones mayores y no puede quedar embarazada es necesario recurrir a técnicas de alta complejidad como la fertilización in vitro, que significa poner los óvulos de la mujer en contacto con los espermatozoides. Pero, si los espermatozoides no son de buena calidad hay una técnica un poco más depurada: el ICSI (fecundación in vitro con inyección de espermatozoides), que consiste en inyectar los espermatozoides dentro de los óvulos también extraídos”, explica Regalado. Otro de los métodos recomendados para cuando la mujer no logra embarazarse es la fertilización in vitro con ovocitos donantes, y aplica para la mujer que desea embarazrse, pero no produce óvulos; entonces, se recurre a este método que toma óvulos donados por otra mujer.
Otras técnicas
Si bien la maternidad subrogada, comúnmente conocida como vientre de alquiler, es un método que todavía causa polémica en varias partes del mundo, parece que en el mundo de las celebridades se está volviendo una moda. Son muchos los famosos que recurren a esta práctica que, en la mayoría de los casos, es por problemas para concebir.
Según el ginecobstetra Freddy Santana, la gestación subrogada es la práctica por la que una mujer gesta un hijo para otra persona o pareja.
“Es una práctica, cada vez más extendida, mediante la cual una mujer accede a gestar un bebé y a renunciar a su filiación, es decir a todos sus derechos, incluidos los de madre, a favor de otra persona o pareja”, explica Santana.
El galeno expresa que existen dos tipos de subrogación: la tradicional (o parcial) y la subrogación gestacional (o plena). “En la primera, la madre gestante aporta sus propios óvulos y, por lo tanto, tiene una relación genética directa con el hijo. La fecundación se puede realizar de forma natural o, como es más habitual en la actualidad, mediante inseminación artificial”, dijo.
Mientras que en la subrogación gestacional, el especialista sostiene que la madre gestante no tiene relación genética directa con el hijo. En este caso, se utiliza la fecundación in vitro con óvulos y esperma de terceros. Normalmente el esperma es aportado por el padre intencional, mientras que los óvulos los aporta la madre intencional o una donante.
“Este proceso implica numerosas complicaciones, no sólo éticas o económicas, sino también legales, ya que está prohibido en la mayoría de los países”, asegura. En países como el nuestro, no existen leyes, ni alguna regulación jurídica que lo ampare, o lo prohíba, que por lo menos de pautas de legalidad. Pero a pesar de esto, seguirá siendo una herramienta valiosa y necesaria para los problemas de infertilidad en las parejas, comenta Santana.
Entre las personalidades del mundo del entretenimiento que han recurrido a esta técnica, están: Zoe Saldaña, Kim Kardashian, Nicole Kidman, Tyra Banks y Sarah Jessica Parker; y del país, un caso muy mencionado fue el de la comunicadora Tamara Martínez, quien tuvo la decisión después de pasar por un embarazo prematuro debido a problemas en su útero.
En cuanto a la inseminación artificial, Santana señala que es la intervención médica mediante la cual el especialista introduce los esparmatozoides en el aparato reproductor femenino con el fin de producir la fecundación.
“En la inseminación artificial homóloga se utiliza el semen de la pareja, mientras que en la inseminación artificial heteróloga se recurre a un donante, es decir, un dador no vinculado a la mujer receptora”, expresa Santana.
Para lograr una concepción, Santana sostiene que también se recurre a la transferencia de gametos, método de reproducción asistida, que tiene como finalidad lograr que los espermatozoides fecunden óvulos dentro de la trompa de Falopio. Por ello, es un requisito indispensable que al menos una de tus trompas esté sana.
“Está especialmente indicado en parejas con comprobada capacidad fecundante de los espermatozoides. También es apropiado para casos de infertilidad por causas aparentemente desconocidas y para parejas con alteraciones seminales leves”, puntualizó.
Asimismo, los especialistas sugieren “la programación del ciclo femenino”, a través de la cual las parejas podrán aprender a descubrir cuáles son los mejores días para concebir, usando el conocimiento del ciclo femenino y los síntomas típicos de la fase fértil.
Chequeo preconcepcional
Antes de concebir es importante visitar un especialista, para verificar las condiciones de salud y cuáles factores de riesgo pueden afectar a una mujer o a su bebé, si queda embarazada. Algunas condiciones médicas, como depresión, diabetes, alta presión arterial y no tener un peso ideal pueden afectar su embarazo y su fertilidad (habilidad de quedar embarazada). Fumar, usar sustancias prohibidas y abusar de medicamentos recetados también puede afectar la concepción.
Cómo aumentar la fertilidad
Al momento de combatir las causas de infertilidad femenina, existen métodos naturales que han demostrado científicamente que son muy efectivos pa aumentar las posibilidades de ser mamá.
“Cuando una pareja está tratando de concebir y no ha tenido éxito en sus intentos, ha de empezar a pensar en cuáles son los factores que están afectando negativamente su capacidad reproductora. Uno de los principales consejos que suelen dar los expertos en reproducción asistida es que la mujer empiece a llevar un estilo de vida saludable, que incluye una dieta sana y balanceada, así como tener un peso y un índice de masa corporal dentro de los parámetros normales, ya que se ha demostrado que las mujeres que sufren sobrepeso o que no llevan una dieta sana y equilibrada, suelen tener más dificultades a la hora de quedar embarazadas”, comenta Carlos Regalado.
Los especialistas aconsejan, además, evitar el azúcar y otros carbohidratos simples, así como los alimentos grasos o fritos y enfocarse en una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas de carne magra y grasas saludables como el omega 3 y omega 6.
Regalado dice que el tabaco y el alcohol son los grandes enemigos de la fertilidad, por lo que hay que renunciar a ellos. Así, realizar actividad física es otra de las claves para mejorar la fertilidad de la mujer. Eso sí, el ejercicio físico ha de ser moderado, ya que los que son demasiados intensos reducen los niveles de progesterona (una hormona que es fundamental en el proceso de ovulación).
Es recomendable evitar toxinas y productos químicos, ya que algunos pueden llegar a provocar trastornos en la menstruación, especialmente algunos tratamientos capilares, disolventes y el óxido nitroso, por lo que si se está tratando de quedar embarazada es aconsejable alejarse del uso y manipulación de este tipo de productos que afectan de forma negativa a tu fertilidad.
Uno de los principales motivos de infertilidad son las enfermedades de transmisión sexual (ETS) y en especial la gonorrea, causada por la bacteria Neisseria Gonorrhoeae, y la clamidia, originada por la bacteria Chlamydia Trachomatis, que pueden causar en la mujer una enfermedad inflamatoria pélvica (EIP) y, como consecuencia, un daño en las trompas de Falopio, que representa el 35 % de los casos de infertilidad.
Varios estudios han indicado que las sesiones de acupuntura (técnica oriental recomendada para todo tipo de dolencias) estimulan la fertilidad, porque reducen la ansiedad, los nervios y el estrés.