Trabajar en un ambiente laboral tóxico es agotador y desgastante, tanto a nivel emocional como físico

Cuando un ambiente se torna tóxico, no solo afecta nuestra salud mental, sino que también impacta nuestro desempeño y nuestra calidad de vida en general. De acuerdo con la psicóloga Dalia Aguiló Quéliz, un ambiente laboral tóxico se caracteriza por una cultura de competencia desleal, falta de comunicación efectiva, liderazgos autoritarios o negligentes, acoso laboral, y expectativas poco realistas. Pone como ejemplo, un jefe que ridiculiza públicamente los errores o compañeros que fomentan rumores y divisiones, son indicadores claros. “Este tipo de situaciones no solo generan estrés, sino también sentimientos de inseguridad, baja autoestima y, en casos extremos, ansiedad o depresión”, señaló.

Ante estas circunstancias, Aguiló Quéliz subrayó que es importante tomar medidas para proteger nuestra salud mental. El primer paso es identificar las fuentes de toxicidad. La especialista llamó a reflexionar sobre los aspectos del entorno que te generan malestar: ¿un compañero en particular? ¿Una dinámica de equipo? Tener claridad permite diseñar estrategias específicas para abordar la situación.

Estrategias claves para combatir un ambiente laboral tóxico

Establece límites claros. Según la especialista, muchas veces, en ambientes laborales tóxicos, las personas sienten que deben estar disponibles todo el tiempo o asumir responsabilidades que exceden su rol. “Aprende a decir no de manera asertiva y a priorizar tu bienestar. Si bien puede generar incomodidad al principio, los límites son una herramienta crucial para preservar tu equilibrio emocional”, dijo.

Busca apoyo. Hablar con personas de confianza, como amigos, familia o un terapeuta, aseguró, puede ayudarte a procesar lo que estás viviendo. “Considera formar parte de una red de apoyo en el lugar de trabajo. Identificar aliados, personas que compartan tus valores o preocupaciones, puede reducir el aislamiento que muchas veces acompaña estos entornos”, recomendó la psicóloga.

Desarrolla estrategias de autorregulación emocional. Practicar técnicas de mindfulness, respiración profunda o llevar un diario puede ayudarte a manejar el estrés y a recuperar el control sobre tus emociones. “Por ejemplo, si un comentario despectivo de un colega afecta tu estado de ánimo, detente un momento para respirar y recordar tu valor independientemente de esa opinión”, destacó Aguiló Quéliz.

Evalúa tus opciones a largo plazo. “Si la toxicidad es insostenible y no hay posibilidades reales de cambio, puede ser necesario considerar otras oportunidades laborales. Cambiar de empleo puede ser una decisión difícil, pero en muchas ocasiones es crucial para proteger tu salud mental y tu bienestar general”, puntualizó.

Cuidar la salud mental no es acto de debilidad

La toxicidad laboral es un problema sistemático que afecta a muchas personas, señaló la especialista. Buscar soluciones colectivas, como promover cambios en las políticas de la empresa o reportar comportamientos inapropiados a recursos humanos, también puede marcar la diferencia. Cuidar de tu salud mental en un ambiente laboral tóxico no es un acto de debilidad, sino una expresión de fortaleza y respeto hacia ti mismo. Nadie merece trabajar en un entorno que deteriora su bienestar. Tomar medidas, aunque parezcan pequeñas, es un gran paso hacia una vida laboral más saludable y equilibrada.

Un ambiente laboral tóxico se caracteriza por una cultura de competencia desleal, falta de comunicación efectiva, liderazgos autoritarios o negligentes, acoso laboral, y expectativas poco realistas”.
Dalia Aguiló Quéliz
Desarrollo Psicológico y Análisis Conductual del Adulto y la Tercera Edad

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