El secreto está en la elección del color, las plantas, y accesorios, que te ayudarán a conectar con la relajación
Hay cosas que se resuelven fácilmente, solo con elegir los elementos correctos. Para convertir un baño en un espacio de relajación, no hay que hacer tanto esfuerzo, sino seleccionar la pintura adecuada, las platas, y los accesorios que aportarán un aire wellness.
Te recomiendo que empieces por la pintura. Elige una paleta suave, o tonos que conecten con la naturaleza. Para lograrlo, elige colores suaves y relajantes. Los tonos de azul, verde o neutros como el beige y el gris son especialmente recomendados. El mobiliario también es muy importante. Opta por materiales naturales como la madera, la piedra o el bambú. La idea es recrear la cálida y reconfortante atmósfera de un spa.
¡Ojo con la bañera!
Ahora pasemos a los detalles que marcarán la diferencia. Uno de los elementos clave de un baño de estilo spa es la bañera. Una gran bañera independiente, si el espacio lo permite, es la elección por excelencia. ¡Pero si tienes un baño pequeño, no te preocupes! Una bañera en esquina, complementada con algunos accesorios como cojines para el baño, puede funcionar perfectamente. Tampoco olvides la iluminación. Una luz suave y cálida contribuirá enormemente a la atmósfera relajante. Piensa en luces empotradas, lámparas de mesa e incluso velas para un toque más romántico.
Los textiles también desempeñan un papel clave en un baño de estilo spa. Piensa en toallas blancas, batas acogedoras y cómodas alfombras de baño. Elige tonos que combinen bien con tu paleta de colores y materiales de alta calidad para una experiencia verdaderamente óptima.
Velas aromáticas, jaboneras de madera, espejos con marcos de bambú… Estos pequeños detalles pueden añadir un toque de lujo y refinamiento.