Un grupo de investigadores está en proceso de crear un útero artificial para mejorar la atención de los bebés nacidos prematuramente, y los ensayos con animales indican que esta incubación acuosa simula tan bien el seno materno, que podría funcionar.En la actualidad, los neonatos prematuros que pesan incluso tan poco como 500 gramos (una libra) son conectados a máquinas de respiración y otros artefactos dentro de las incubadoras. El Hospital Infantil de Filadelfia busca una solución menos traumática que brinde a los prematuros más pequeños algunas semanas adicionales en un ambiente uterino, tratándolos más como fetos que como neonatos con la esperanza de incrementar sus probabilidades de una supervivencia sana.
Los investigadores crearon un contenedor transparente lleno de líquido para simular la flotación del feto en el líquido amniótico dentro del útero materno y lo conectaron a una placenta mecánica que oxigena la sangre.
En ensayos con animales, corderos extremadamente prematuros parecían crecer normalmente en el sistema durante tres a cuatro semanas, informaron los investigadores el martes.
“Comenzamos con un pequeño feto que es bastante inerte y pasa la mayor parte del tiempo durmiendo. A lo largo de cuatro semanas, vemos a ese feto abrir los ojos, tener lana, respirar, nadar”, dijo la doctora Emily Partridge, autora principal del estudio publicado en Nature Communications.
Faltan entre tres y cinco años para iniciar los ensayos con seres humanos, aunque el equipo ha comenzado las conversaciones con la Administración de Alimentos y Medicamentos.
“Tratamos de extender la gestación normal”, dijo el doctor Alan Flake, un cirujano fetal que encabeza el proyecto y lo considera un puente provisional entre el seno materno y el mundo exterior.
Los hospitales tratan cada vez más de salvar a los prematuros que corren mayores riesgos, los nacidos antes de las 26 semanas de gestación e incluso los que se encuentran en el límite de la viabilidad, las 22 a 23 semanas. El ser prematuro en extremo es una de las mayores causas de mortalidad infantil, y los sobrevivientes suelen padecer parálisis cerebral u otras discapacidades graves.
La idea de tratar a los prematuros en incubadoras llenas de líquido puede parecer extraña, pero es lógica desde el punto de vista fisiológico, dijo la doctora Catherine Spong, especialista en medicina fetal en los Institutos Nacionales de Salud. “Es un primer paso novedoso y prometedor”, dijo Spong, quien no participa del proyecto.