Esta ciudad combina un encanto europeo con belleza natural y hospitalidad, para atraer a los turistas
Indhira Vargas
Especial para elCaribe
Ubicada a 1,700 metros sobre el nivel del mar, Campos do Jordão, conocida como “La Suiza del Brasil”, deslumbra con su singular combinación de encanto europeo, belleza natural y hospitalidad.
Con 47,000 habitantes, esta pintoresca ciudad recibe anualmente a más de 5 millones de turistas, convirtiéndose en un punto de encuentro obligado para viajeros de todo el mundo.
Fundada en 1874, esta ciudad brasileña ha sabido mantener su esencia a lo largo de 150 años. Su arquitectura al estilo alpino, sus calles impecablemente cuidadas y su clima frío han consolidado su reputación como un destino único en América Latina.
Durante el invierno, las temperaturas pueden descender hasta los 0 °C, mientras que los veranos ofrecen un agradable rango entre los 15 y 28 °C, ideales para disfrutar de sus múltiples actividades al aire libre.
Campos do Jordão es un oasis de biodiversidad que cuenta con seis parques naturales, ofreciendo más de 120 atracciones para visitantes de todas las edades.
Desde emocionantes competiciones de ciclismo de montaña hasta caminatas tranquilas entre exuberantes paisajes, esta ciudad garantiza experiencias inolvidables para todos los gustos.
En el marco del XIII Congreso Internacional de Periodistas y Profesionales del Turismo de la Organización Mundial de Periodismo Turístico (OMPT), 35 periodistas de nueve países pudieron confirmar por qué este destino es llamado “La Suiza brasileña”.
Sus calles, llenas de vida, y la calidad de su gastronomía dejaron una impresión imborrable entre los asistentes.
El turismo representa la principal fuente de ingresos de Campos do Jordão, y contribuye significativamente al 60 % del PIB local.
Además, la ciudad se destaca por su industria del chocolate, la producción de licores artesanales y su vibrante escena artesanal.
La calidez de sus habitantes y la seguridad de sus calles han convertido a este destino en un refugio tanto para viajeros como para inversionistas.
La influencia europea no solo se refleja en la arquitectura de la ciudad, sino también en su rica oferta cultural. Durante todo el año, alberga eventos como festivales de música clásica, exposiciones de arte y ferias gastronómicas que celebran la herencia multicultural de Brasil.
Además de ser un epicentro turístico, Campos do Jordão está comprometida con la preservación de su entorno natural. Sus parques protegen especies endémicas, mientras que los proyectos de ecoturismo fomentan prácticas responsables entre los visitantes.
A medida que esta joya montañosa continúa ganando popularidad, sigue siendo un ejemplo de cómo un destino turístico puede equilibrar el crecimiento económico con la conservación y la cultura.
En esta ciudad, la magia de las montañas y la calidez de su gente aseguran que cada visitante regrese con el corazón lleno de recuerdos inolvidables.