Los cabeceros de cama, también llamados cabezales, cabeceras o frontales, son una parte indispensable de la cama y del dormitorio.La idea de esta pieza es bastante simple, pero a la vez necesaria. Aparte de la clara función de darle un toque de estilo y decorar el dormitorio, los cabeceros también tienen un carácter más práctico: proteger la cama y la lencería de la misma. De la misma manera, pueden ayudar también a proteger la pared.
Y es que, como bien señalan los expertos en interiorismo, estas piezas son visualmente esenciales para definir y determinar el ambiente de la habitación.
Según el Feng Shui, el cabecero cobra una importancia notable en nuestra vida, ya que el dormitorio es la estancia donde te revitalizas y llenas de energía diariamente. Por este motivo, se considera que este accesorio debe estar hecho de ciertos materiales y ha de estar orientado según su tamaño y la disposición de la habitación.
Existen diferentes estilos de cabeceros (modernos, vanguardistas, clásicos, rústicos, vintage) y de todo tipo de materiales, desde los clásicos de madera, de cuero, chapados, con una composición de cuadros, de vinilos o tapizados.
En la actualidad, las tendencias en decoración apuestan por los cabeceros tapizados, que ofrecen una inmensa variedad de posibilidades de combinar diversos tipos de tejidos y materiales. Las alternativas son muchas, desde estilos más clásicos y elegantes hasta los que sorprenden por su originalidad.
Los cabeceros tapizados son, además de confortables, muy versátiles en la decoración. Hay diferentes diseños, texturas y colores y se adaptan a todos los estilos, pudiendo variar sus tonos, combinándolos con los colores de los muebles, almohadones, colchas o cortinas, lo que brinda una sensación de continuidad en todo el espacio.
El secreto para acertar en la elección dependerá, básicamente, de inclinarnos por aquellos que se adaptan tanto a nuestro gusto como al carácter estético que deseamos darle al espacio.
Saber
Un respaldo o cabecero es capaz de agregar un detalle relevante y notorio; tanto, que muchas veces es suficiente para decorar la pared principal de cualquier habitación.