Durante la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Cristo en la Semana Mayor, los cristianos suelen cambiar la ingesta de sus alimentos cotidianos, como la carnes rojas y empiezan a consumir carnes blancas, como los mariscos.
Además, de los pescados que son elaborados hervidos, fritos y con coco, es costumbre consumir en esta época vegetales como las berenjenas, tayotas, las auyamas, las batatas y papas, en sus diferentes maneras de preparar a la plancha, hervidas, rellenas y en pastelones.
Pero el ingrediente estrella de la Semana Mayor es el bacalao, un alimento que es preparado en diferentes formas, entre las que resaltan, el tradicional bacalao guisado con papa acompañado con arroz blanco; torrejas de bacalao; locrio de bacalao y las sopas levanta muertos.
Dulces
Un símbolo de Semana Mayor son las famosas habichuelas con dulce. Estas se consumen tradicionalmente el Viernes Santo.
Además de las habichuelas, también se consume el chaca, que es preparado con maíz y las habas. Su fácil elaboración y su delicioso sabor, han convertido estos postres en los platos perfectos para estos tiempos.
- 1 libra habichuelas Rojas blandas con 1 astilla de canela
- 2 unidades leche evaporada
- 1 lata leche condensada
- 1/2 taza azúcar
- canela
- 1/2 cucharadita nuez moscada
- pasas
- 1 libra batata pelada, cortada en dados, hervida con sal y escurrida
- 1 cucharada vainilla
- 1/2 cucharadita sal
- 1 cucharada mantequilla
Preparación
- Licúa las habichuelas con su líquido, cuélelas, agrega la leche evaporada.
- Vierte la mezcla en una olla de fondo grueso, lleva al fuego, incorpora el azúcar, la lata de leche condensada y las especias. Deja cocinar a fuego medio por 15 minutos.
- Pasado el tiempo, agrega la batata, las pasas, la sal, la mantequilla y la vainilla. Continúa cocinando a fuego lento por 15 minutos más o hasta obtener la consistencia deseada. Retira del fuego y sirve fría o caliente.
¿Por qué no se come carne?
La abstinencia de la carne, uno de los alimentos más preferidos por los seres humanos, es de acuerdo con algunos párrocos como una penitencia de algo que nos agrade.
El párroco de la Iglesia San Pedro Apóstol, Salvador Romero, al también referirse al concepto limosna, explicó que ésta es el resultado de la abstinencia que hacemos con los ayunos y que debe de ser dada a los más necesitados.
“La penitencia se concretiza en ayuno; la oración nos lleva a lectura y meditación de la palabra de Dios y la limosna. Cuando se hace alguna penitencia como es el ayuno o la abstinencia de algunas cosas que nos agrandan, produce una cierta economía, que no es para disfrutarlo luego, sino para dárselo a los más necesitados”, explicó.
El último día de la llamada “Semana Mayor”, los cristianos celebran el Domingo de Resurrección del Señor Jesús, donde es puesto de manifiesto el sacrificio del Mesías por la humanidad, marcado en San Juan 20, 1-9. Este día marca el final del Triduo Pascual y de la Semana Santa, e inaugura un periodo litúrgico de 50 días conocido como Tiempo Pascual, que finaliza con el Domingo de Pentecostés.