Las aftas son llagas o úlceras abiertas que aparecen con frecuencia en la mucosa de la boca y la lengua, y que, aunque son benignas, resultan ser muy molestosas para niños, adolescentes y adultos. Con relación a esto, el cirujano buco maxilo facial implantólogo, Ronald Medrano, explica que la Estomatitis Aftosa Recidivante (EAR), conocida como “afta” afecta a la población en general en algún momento de la vida. Destaca que éstas pueden ser planas o en forma de cráter. “Las alteraciones se caracterizan por ser de color rojo y contar con bordes blanquecinos o amarillentos que pueden medir entre tres milímetros y 1.5 centímetros”, dice.
Algunos estudios destacan que es posible que las llagas se generen por lesiones en las mucosas de la boca por la falta de hierro, vitaminas o ácido fólico, estrés y trastornos emocionales, cambios hormonales en la mujer, como los que ocurren antes y durante la menstruación, alimentos y condimentos que irritan la mucosa, como chocolate, uva, cítricos, laurel, entre otras causas.
De igual forma, golpes ocasionados por cepillado agresivo, alteraciones inmunológicas, es decir, fallas en el sistema de defensa del organismo, mordeduras en las mejillas, respirar por la boca, ya que esto reseca las mucosas y permite que se introduzcan microorganismos, dientes dañados que lesionan el interior de la boca, aparatos de ortodoncia mal colocados, como brakets, puentes o prótesis, introducir objetos duros o filosos en la boca, particularmente en bebés, el contacto con chupones o biberones y consumir alimentos muy calientes.
Tipos de aftas
Medrano destaca que existen varios tipos de aftas, entre las que se encuentran las menores o comunes, que representa el 80 % de los casos; “casi siempre aparecen solas y se curan en siete o 10 días sin dejar cicatriz”.
También, las mayores o de Sutton. Aparecen de una en una, miden más de un centímetro de diámetro, son profundas y tardan varias semanas o meses en curar; suelen dejar marcas de por vida. Herpetiformes o miliares: Son muy pequeñas (de uno a tres milímetros de diámetro) y se presentan en grupos o racimos; pueden unirse y formar grandes úlceras de forma irregular.
Prevención
Para prevenir las aftas, el doctor asegura que la alimentación juega un papel importante. La ausencia de la vitamina B2 o riboflavina, provoca micro heridas a nivel de las comisuras de los labios. Esta vitamina la puedes encontrar en el pan, los cereales integrales, las verduras con hojas verdes y la leche.
Para su prevención, consume carne roja y blanca, productos lácteos, huevos, así como ácido fólico. Las aftas suelen estar asociadas a una falta de ácido fólico. Sin embargo, conviene tener cuidado en no sobrepasarse en la ingesta de esta vitamina hidrosoluble. Procura también consumir vitamina C, ya que no hacerlo puede provocar úlceras bucales y sangrados a nivel de las encías. Los cítricos y las verduras en general son ricas en vitamina C.
Diagnóstico y tratamiento
Se puede determinar con facilidad si la afección corresponde a aftas, debido a su apariencia y manifestaciones. Estas alteraciones permanecen durante aproximadamente dos semanas. Para que sanen por sí solas basta con tener adecuados hábitos de higiene bucal. Por ejemplo, los odontólogos recomiendan el uso de soluciones antisépticas especiales, las cuales proporcionan alivio y ayudan a cicatrizar; puedes realizar buches por varios segundos o aplicarla de manera directa en la ulceración.
Sin embargo, aquellas personas que no logren alivio en 10 días, y presentan este tipo de laceraciones a menudo, o cuyas ulceraciones aparecen junto con otros síntomas o enfermedades, deben acudir al odontólogo para que elabore una historia clínica detallada y una exploración minuciosa para clasificar la lesión como afta verdadera o como una aftoide, es decir, lesión similar pero con localización, forma o extensión fuera de lo normal, que presenta ampollas o no genera dolor y que puede deberse a alteraciones en la sangre, cáncer u otras enfermedades.
Por lo general, el especialista localizará factores que puedan generar las aftas para erradicarlas, como caries, dentadura postiza, aparatos de ortodoncia mal adaptados o problemas en la masticación.
Prevención
Las aftas bucales se pueden evitar con una alimentación sana, realizándose una limpieza bucal frecuente y una masticación cuidadosa.