Una joven yemení que fue obligada a casarse a los 12 años y que posteriormente quedó desfigurada por un ataque con ácido perpetrado por su propio marido se decidió recientemente a contar su historia para pedir ayuda para sufragar los costosos tratamientos médicos que necesita para tratar sus cicatrices, recoge AFP.
Al Anoud Hussain Sheryan, actualmente de 19 años de edad, relató que su madre, tras enviudar y volver a casarse, se apresuró a buscarle un esposo “para protegerla” por miedo a que si ella moría, su hija no tendría a ninguna otra persona cercana.
Pero el matrimonio resultó ser una pesadilla para la adolescente, quien asegura que pasó cuatro años viviendo como “esclava”, encadenada y frecuentemente golpeada.
Cuando tenía 16, su esposo la echó de su casa y Al Anoud fue acogida por una hermana suya, dedicándose desde entonces aprender enfermería.
Sin embargo, el hombre posteriormente cambió de parecer y exigió a la joven que regresara con él y, tras recibir una negativa, en octubre del año pasado se vengó arrojándole ácido y desfigurándole el rostro.
Como resultado, Al Anoud fue hospitalizada en la misma institución en la que realizaba sus prácticas como enfermera. La joven denunció a su marido por el ataque, pero este huyó de la Justicia y continúa prófugo.
Actualmente, Al Anoud se encuentra a la espera para someterse a tres cirugías plásticas, unas intervenciones complejas y costosas, aunque hasta ahora ni siquiera pudo pagar por los primeros auxilios que recibió tras la agresión.
Un país sumido en la violencia y la pobreza
Según estimaciones de la ONU realizadas en 2013, una de cada tres mujeres yemeníes de entre 24 y 32 años se habían casado antes de cumplir 18, mientras que el 9 % habían llegado al matrimonio incluso antes de los 15.
A su vez, los datos de la UNICEF indican que en 2020 había aproximadamente cuatro millones de menores en matrimonio en Yemen, de los cuales 1,4 millones estaba por debajo de los 15 años.
De acuerdo con un reporte presentado el año pasado por el Fondo de Población de la ONU, 2,6 millones de mujeres y niñas del país, el más pobre de toda la península arábiga, se encuentran expuestas a la violencia de género.
Esta situación se agrava incluso más a raíz del conflicto bélico entre los rebeldes hutíes y la coalición liderada por Arabia Saudita, así como por la pandemia del coronavirus.