El periodista e investigador Christopher F. Rufo, del ‘think-tank’ Discovery Institute, ha revelado que el Departamento de Educación de Arizona (EE.UU.) ha creado un “conjunto de herramientas de equidad” mediante las que anima a los padres y los maestros a hablar con los niños pequeños sobre la raza, ya que —sostiene—los bebés muestran ya primeros signos de racismo incluso a los tres meses de edad.
Rufo ha compartido en su cuenta de Twitter una infografía del Departameto de Educación que muestra cómo las actitudes raciales de los niños evolucionan desde el nacimiento hasta los 6 años. Según el gráfico, “al nacer, los bebés miran por igual las caras de todas las razas”, pero ya a los tres meses “miran más caras que coinciden con la raza de sus cuidadores”.
A los 30 meses, los niños utilizan la raza para elegir compañeros de juego, y entre los 4 y 5 años las “expresiones de prejuicio racial” de los niños alcanzan su punto máximo. “¡No son demasiado jóvenes para hablar de la raza!”, asegura la inforgrafía, que anima a los adultos a hablar con los niños sobre la raza en lugar de permitir que “saquen sus propias conclusiones en función de lo que ven”, ya que “el silencio sobre la raza refuerza el racismo”, asevera.
Uno de los recursos recomendados por las autoridades sugiere a los “padres blancos” empezar a conversar con sus hijos sobre la raza incluso antes de que “puedan hablar”. “Evitar el tema, en lugar de contrarrestarlo activamente con actitudes y acciones antirracistas, simplemente abre la puerta para que los niños absorban los prejuicios del mundo que los rodea”, advierte.
Otra de las lecturas recomendadas cuestiona los enfoques “neutrales” y “daltónicos” de la raza. El material indica que “todas las personas blancas son blancas en el contexto de una sociedad que continúa perjudicando a las personas de color por motivos de raza” y aboga por que las escuelas promuevan una “identidad blanca antirracista” en su lugar.
“Un programa profundamente ideológico y anticientífico”
Rufo pidió al gobernador de Arizona, Doug Ducey, que investigue el programa, ya que —denuncia— es “profundamente ideológico, anticientífico y moralmente una tontería”. Finalmente, concluye que los alumnos del estado “merecen algo mejor”.
El periodista enfatiza que sus hijos “son ‘personas de color’ y se llevan fantásticamente con los niños de todos los grupos raciales”, al tiempo que advirtió que “perpetuar la idea de que ‘los bebés son racistas’ es asombrosamente estúpido y debería eliminarse de inmediato del conjunto de herramientas de equidad del Departamento de Educación de Arizona”.