Seguido de dos días de desórdenes públicos en los cuales grupos estudiantiles se lanzaron a las calles, sosteniendo enfrentamientos con los agentes policiales y destruyendo vitrinas, cristales e, incluso, incendiando dos carros, fue intervenida militarmente el 11 de marzo de 1977, el recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Ocupación que duraría más de 40 días, antes de que el Presidente de la República, doctor Joaquín Balaguer ordenara su devolución.

Al conmemorarse 46 años en este mes de abril, y por ser uno de los tiempos más largo que la casa de estudios duró militarizada, aunque no la primera vez, reseñamos este histórico acontecimiento que sacudió la comunidad estudiantil y todo el pueblo dominicano, debido al carácter, expresiones y decisiones del mandatario.

Sucesos de la mañana del 11 de marzo

Luego de dos días de disturbios y desordenes provocados por grupos estudiantiles, las tropas militares llegaron en carros de asalto y jeeps, con ametralladoras pesadas y se situaron en las vías de acceso del campus universitario, ocupando así militarmente el recinto en su totalidad. Varios días después el equipo pesado fue retornado a los cuarteles y la vigilancia quedó a cargo de tropas que portaban fusiles automáticos.

Balaguer decide

Al llegar a su cuadragésimo día la ocupación militar en el recinto académico termina por órdenes del Presidente Balaguer, quien concede la devolución de la Universidad a su rector.

Pero, antes de, autorizó a la jefatura de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional a ocupar nuevamente el recinto académico, sin permiso de la Presidencia de la República, si se producen nuevos desordenes. Esto con la intención de que los estudiantes entiendan la postura rígida del mandatario ante los disturbios realizados anteriormente.

La oficina de prensa de la Presidencia, había entregado al periódico elCaribe, a la medianoche, la carta suscrita por el doctor Balaguer, dirigida al secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Juan René Beauchamps Javier, y al jefe de la Policía, mayor general Neit Rafael Nivar Seijas. En la cual además de la orden de desocupar el lugar, decía “Esta ocupación seria por tiempo indefinido”, haciendo referencia a una nueva ocupación en caso de nuevos desordenes.

Dudas ante la decisión

Aunque había dado la orden de reabrir el recinto, Balaguer había expresado el deseo de no entregar la UASD hasta recibir un informe oficial de la Comisión que se había designado para la realización de un estudio profundo e imparcial sobre la verdadera situación de dicho centro universitario.

Afirmó que su decisión fue basada en la magnitud alcanzada por la crisis que atravesaba el centro, que según él se debió a que se había perdido el principio de autoridad y la institución quedó sometida al capricho de grupos estudiantiles irresponsables.

Investigación

El jefe de Estado asigna la investigación sobre la UASD, al técnico chileno Felipe Richardson, quien preparó el informe para las propias autoridades de la universidad, y que fue publicado parcialmente por elCaribe.

En el informe, Richardson se refiere a la universidad como “co-gobierno”, y explica que “está a merced de pequeñas minorías estudiantiles que inciden adversamente en el aprovechamiento y en la formación académica de los demás estudiantes y que, además, crea en el país la sensación de que la Universidad no es un centro de estudios sino un foco de agitación, de subversiones, de suciedad y de la sustitución del culto a los Padres de la Patria y de los valores esenciales de la nacionalidad por los símbolos de sistema y personajes extranjeros que representan en sus propios países la negación más rotunda del pensamiento libre y de dignidad humana”.

Seguido a esto, el Presidente Balaguer indica que “el gobierno quiere y propugna por una universidad autónoma, con libertad de cátedra y con todas las facultades necesarias para operar, como lo proclaman paladinamente sus autoridades actuales, pero no como un mentidero político sino como un mecanismo de cambios”.

Entrega a las autoridades

El secretario de las Fuerzas Armadas, mayor general Juan René Beauchamps Javier, y el jefe de la Policía, mayor general Neit Rafael Nivar Seijas, asistieron a las 5:40 de la tarde a la entrada del Alma Mater de la UASD e hicieron entrega formar de las instalaciones universitarias al rector Guarocuya Batista del Villar y a las demás autoridades académicas.

Los jefes militares y el rector de la universidad estatal sostuvieron un diálogo cortés, pero severo, donde Batista del Villar dijo que censuraba la acción militar de ocupar la Universidad durante los 42 días. Seguido a él, el mayor general Beauchamps Javier sostuvo, que “de volver a producirse desórdenes como los de principios de marzo y haber violencia como las de esa ocasión por parte de los estudiantes, el recinto universitario será ocupado nuevamente por militares y esta vez por tiempo indefinido”.

En adición a esto, el secretario de las Fuerzas Armadas exhortó a la familia universitaria a la armonía. Y agregó que las Fuerzas Armadas esperaban que la universidad “siga por el sendero que la Patria necesita, de los hombres que van a regir los destinos del país”.

Con esta operación se puso fin a la ocupación militar que había iniciado la madrugada del 11 de mayo del año 1977, y el recinto vuelve a la normalidad advertido de que cualquier atentado al orden público implicaría consecuencias graves para la institución.

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