El retiro en masa de miembros de la Policía Nacional se produce tres días después de que el sargento Lucas Rosario Medrano asesinara a sangre fría a cuatro hombres en la playa de Barahona el 16 de marzo de 1970
El 19 de marzo del año 1970 unos 346 miembros de la Policía Nacional (PN), fueron separados de la institución luego de que días antes en la ciudad de Barahona, cuatro personas resultaran asesinadas a manos del sargento Lucas Rosario Medrano. A propósito de la fecha la Zona Retro de esta semana estará abordando el tema.
Causa del retiro
El retiro en masa de miembros de la Policía Nacional se produce tres días después de que el sargento Lucas Rosario Medrano asesinara a sangre fría a cuatro hombres en la playa de Barahona el 16 de marzo de 1970, un hecho que fue calificado por el informe de la jefatura policial en ese momento como “horrendo”.
Al momento de la ejecución de los cuatro individuos el ex sargento Medrano se encontraba en compañía del raso de la Policía Genito Ledesma y raso del Ejército Francisco de la Cruz de los Santos.
Antes del asesinato Medrano ya contaba con una serie de faltas en su hoja de servicios incluyendo una por estupro, también había sido sancionado con varios arrestos por haber cometido otros delitos como realizar disparos al aire en estado de embriaguez, mantener una conducta reñida con la moral pública, entre otros.
Este hecho hizo que se creara una comisión para investigar el crimen y depurar a los miembros de la institución de la Ley y el Orden que terminó con el retiro de más de 300 agentes.
Asesino confeso
En el interrogatorio realizado a Lucas Rosario Medrano este confesó lo siguiente:
“El oficial del día del cuartel policial, primer teniente Leonardo Fernández, me ordenó que saliera de patrulla por la parte baja de la ciudad, donde se habían escuchado unos disparos. La orden se me da en virtud de que soy el encargado de la patrulla nocturna.
Cuando llegamos a las inmediaciones del puente Birán, un micro motín había sido dispersado. Eran algunas 100 personas y yo detuve a unos cuatro elementos, a quienes llevé por las proximidades de Saladilla en la costa.
Cuando llegué a Saladilla con la ametralladora que portaba les di muerte a tiros a los cuatro individuos y me fui del lugar.
Patrullando conmigo estaban el raso Ledesma y de la Cruz.
Después de los disparos continúe con mi ruta de patrullaje y me reporté con el oficial del día.
Yo pensé que esto no se iba a saber, porque a diario viven ocurriendo crímenes de esta naturaleza y no se ha podido descubrir a los autores. Muchos policías y militares también han sido muertos, amigos y no amigos”.
En el lugar donde se produjo el asesinato se encontraron 53 casquillos de bala y fue un crimen cometido en violación de la Constitución y de las leyes penales vigentes.
Las personas asesinadas respondían a los nombres de Teodoro Torres, Juan Gilberto Díaz, Rafael Sánchez y Eusebio Reyes.
Retiro y cancelaciones en masa
A tan solo tres días después de que ocurriera el cuádruple homicidio, la jefatura de la Policía en ese momento decidió separar de las filas de la institución a 346 miembros de la institución, incluyendo 28 oficiales, y se mantenía estudiando unas 400 solicitudes de baja de la organización, elevadas por otros agentes.
Los retiros y cancelaciones fueron ordenadas por el Jefe de la Policía en ese entonces, general Rafael Guillermo Guzmán Acosta, quien daba la información de que 117 agentes fueron cancelados, mientras que otros 229 fueron puestos en retiro, estos últimos con un sueldo proporcional.
Los 117 cancelados, fueron separados del cuerpo por “mala conducta” y por indeseables. Este grupo incluye a un sargento mayor, dos sargentos primeros, un sargento de administración y contabilidad.
