Noviembre 1952, primera prueba realizada en los talleres de elCaribe
Revisando las páginas de elCaribe en noviembre de 1952, encontramos el día 27, una nota bajo la firma del periodista Rafael Molina Morillo, que nos llamó poderosamente la atención, la cual daba cuenta de la prueba hecha al papel de periódico fabricado a partir del bagazo de caña dominicana y que a juicio de los técnicos, el nuevo producto prometía satisfacer todas las exigencias en un futuro no muy lejano, además abarataría casi diez veces el precio a pagar por su importación.
La prueba de papel de bagazo criollo procedente del Central Río Haina, resistió sin romperse la presión de las rotativas que trabajaban a una velocidad de 600 periódicos por minuto, o sea, un cincuenta por ciento más de la velocidad ordinaria a que se imprimía este periódico. La fabricación del papel con esta materia prima estuvo a cargo de la Cellulose Development Corporation, de Inglaterra, empresa que “estaría en condiciones de perfeccionar el producto de acuerdo con las indicaciones que se le hagan como resultado de las pruebas efectuadas”, destacó el embajador de Gran Bretaña, Stanley Herbert Gudgeon, quien presenció el experimento junto con otras personalidades del país, entre los que se encontraban el señor Gustavo Gómez Ceara, subsecretario de Economía; el embajador de Gran Bretaña, Herbert Gudgeon; Philip Bernstein, representante de los fabricantes ingleses; doctor Germán Emilio Ornes Coiscou, jefe de redacción de elCaribe, Andrés Julio Aquino, encargado de la administración, William Smith, ingeniero técnico de este diario y Julio Rincón, jefe de talleres.
Este uso del bagazo de caña se implementaría además para la elaboración de papel de envolver, para libros, para escribir, cartones, fundas para cemento y otras aplicaciones de la industria. El papel de bagazo de caña fue comparado con el papel canadiense Price Brothers, de pulpa de madera que ordinariamente se usaba para elaborar elCaribe, el New york Times y otros importantes periódicos. Esta iniciativa de aprovechar el bagazo de caña, que se desperdicia en los ingenios azucareros dominicanos, fue expuesta públicamente en la Universidad de Santo Domingo el 26 de febrero de 1952 por el doctor G. Raimondo, subdirector técnico de la compañía que tenía a cargo la realización de los experimentos. En esa ocasión, el técnico sudafricano, contratado por el gobierno para estudiar las posibilidades de instalar la industria del papel en el país, dijo que “todo el papel que se consume en la República Dominicana podría ser producido económicamente aquí mismo” y además expresó que “no hay país que ofrezca mejores condiciones para fabricar el papel de bagazo de caña que Santo Domingo”.
Luego de cuatro meses del ensayo de noviembre de 1952, el 4 de marzo de 1953, en las páginas de elCaribe se anunciaba la llegada al país del mayor general W.M. Broomhall, presidente administrador de la Cellulose Development Corporation, de Londres, Inglaterra, empresa que tuvo a su cargo los trabajos del primer ensayo de impresión en elCaribe, para realizar gestiones relacionadas con la instalación de una fábrica de papel y cartón que utilizaría como materia prima el bagazo de caña dominicano.
El general Broomhal estuvo anteriormente en el país en septiembre de 1952.
En nuestro rastreo para el seguimiento de esta iniciativa, no encontramos ningún documento e indicios que nos señalaran que la misma había avanzado y que rindiera los frutos para que el proyecto fuera tomado en consideración en la década de los años 50. Sin embargo, el 22 de febrero de 1961, la noticia principal de ese día en elCaribe fue la inauguración de la Fabrica Dominicana de Papel, primera planta para la fabricación de papel en el país.
Este acontecimiento fue de tanta relevancia que fue necesario resaltarlo en un suplemento especial con amplios detalles de lo que ese paso significaba para nuestro país en materia de fabricación de papel. Estos datos y el seguimiento a las iniciativas a implementar el bagazo de caña como materia prima para la elaboración de papel, serán parte de una segunda entrega sobre este tema.